El rey Juan Carlos se unió a los políticos españoles reunidos en el parlamento para rendir un tributo final a Adolfo Suárez, el primer presidente del gobierno electo democráticamente luego de décadas bajo el mando del general derechista Francisco Franco.
El presidente del gobierno Mariano Rajoy y líderes políticos pasados y vigentes montaron guardia en las afueras del edificio del parlamento mientras el ataúd que contiene los restos de Suárez pasaba hacia el interior acompañado del sonido de un tambor.
Alrededor de España las banderas se izaron a media asta luego de que se declararon tres días de luto oficial en el país.
El rey colocó una cadena de oro de la Orden real de Carlos III —la mayor condecoración civil que otorga España— cerca de ataúd antes de presentar sus condolencias a la familia de Suárez.
Desde la mañana del lunes podría verse a personas haciendo fila afuera del parlamento para presentar sus respetos al político. El cuerpo recibirá honores fúnebres en el parlamento durante 24 horas antes de ser llevado a Ávila, localizada a unos 100 kilómetros (60 millas) al norte de la capital española, para su sepultura.
Suárez, quien es considerado uno de los arquitectos de la transición democrática española en la década de 1970 murió el domingo en un hospital de Madrid a los 81 años. Desde hace una década sufría el mal de Alzheimer.
En 1976 Juan Carlos eligió a Suárez para conducir al país hacia un régimen de monarquía parlamentaria tras la muerte de Franco, ocurrida en 1975. Fue presidente del gobierno hasta 1981 y se retiró de la política en 1991. AP