Hernán Castillo: El epicentro del terremoto que viene

Hernán Castillo: El epicentro del terremoto que viene

La ciencia y los terremotos

La ciencia todavía no tiene instrumentos para predecir los terremotos, pero en Venezuela sí es posible vaticinar el epicentro del terremoto que se nos avecina.

Maduro y el golpe de Estado

Maduro ha dicho varias veces a partir de las protestas del pasado Día de la Juventud que en Venezuela estaba en marcha un golpe de Estado, incluso llegó al extremo de afirmar que lo había derrotado.

No es una banalidad que un jefe de Estado responsable diga que está en marcha un golpe de Estado; algo le habrán chismeado los agentes del G2 cubano, afortunadamente están equivocados.

Hoy, nadie en Venezuela tiene capacidad, política y técnica, para derrocar al gobierno por un golpe de Estado y mucho menos los propios militares, lo cual no significa que entre los militares el descontento no sea generalizado. Las razones del malestar entre los militares son muchas, pero esa “dragonada” de Maduro pareciera más bien orientada a distraer la atención nacional del epicentro real de la crisis que atraviesa a Venezuela.

Maduro y el alto mando militar

No obstante, creo que el primer error grave, entre otros, de Maduro fue precisamente no cambiar completamente a todo el alto mando militar que le dejó Chávez. Maduro desde un primer momento tenía que comenzar a crear su propio grupo en las Fuerzas Armadas, y no lo hizo; ya pareciera tarde. Maduro luce, o está,  prisionero de un sector militar y del G2 cubano. Alguien con mucha razón dijo: “los militares son leales hasta que dejan de ser leales”. En sociedades con la cultura política del venezolano en los militares siempre está viva la espora de la traición.

El epicentro de la crisis venezolana

De tal manera que en Venezuela la crisis no tiene  un solo epicentro de desestabilización. La crisis venezolana tiene varios y profundos epicentros. Pero transitoriamente entre los epicentros no están los militares, lo cual no significa de ninguna manera que un poco más, no mucho más adelante, las tensiones, conflictos y diferencias entre los militares no vayan a estallar. Maduro está resultando un incapaz pegostre para las Fuerzas Armadas. Conocemos la historia política venezolana, sobre todo la más reciente. Pero por ahora, los militares en general quedaron sólo para reprimir el descontento y la protesta popular, más nada.

Tampoco el epicentro de la desestabilización está ubicado en el ámbito internacional; el epicentro de la crisis venezolana no son los gobiernos de Estados Unidos, y ni siquiera a mi juicio, el gobierno comunista de Cuba. Sin embargo ambos gobiernos se aprovechan de la situación venezolana.

El epicentro del terremoto que se le acerca a Venezuela, cada vez con mayor velocidad y fuerza, está en la tozudez  de un grupito de militares y sus sirvientes civiles que resolvieron quedarse eternamente en el poder tratando de imponer un modelo de desarrollo sociopolítico y económico fracasado, la palabra socialismo no existe en la Constitución venezolana.

El legado de Chávez

Chávez avanzó en la idea autocrática militar del “socialismo estatista” hasta donde se lo permitió la corrupción y el despilfarro de un barril petrolero a más de cien dólares durante años, de lo cual no ha quedado sino odio, exclusión de mucho más de la mitad de la sociedad y todo el aparato productivo venezolano, público y privado, destruido.

La represión estimula el epicentro

Mientras tanto, el gobierno desesperado ante el aumento del descontento nacional, profundiza y amplía la represión política, militar y policial. Al día de hoy van 34 muertos y 1850 detenidos durante casi dos meses de protesta; jóvenes estudiantes torturados; los alcaldes de San Cristóbal y San Diego presos y amenazas con encarcelar a la diputada María Corina Machado y a los alcaldes opositores, entre otras medidas represivas del régimen.

La eliminación del epicentro de las turbulencias tectónicas

Pero una vez eliminado el epicentro constitucional y petrolero del terremoto, Venezuela regresará a la unión, la paz y el progreso. El movimiento estudiantil se niega a participar en el teatro oficial de la conferencia de paz y está preparando una propuesta de salida constitucional a la crisis. La presidenta de la FCE de la Universidad de Los Andes ULA, Gaby Arellano, de Voluntad Popular, dijo: “No vamos a rendirnos”.

 

@CastilloHernan

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