Bastaron 45 días de conflicto para que la peor franquicia posible de una revolución militarizada, dejada por Hugo Chávez en manos de los Castro hace un año, develara al mundo su verdadero rostro.
La génesis de este proceso es el golpismo al estilo Jalisco. Así irrumpieron contra la institucionalidad y la democracia de un país pacífico e ingenuo en 1992, y echaron por la borda la oportunidad de la vida cuando en 1998 un pueblo esperanzado les dio un triunfo arrasador para ocuparse de los males que aquejaban al país.
Pero la medicina demostró mayor ansias de poder que el enfermo sistema de entonces y por ahora tenemos una larga estela de violaciones y víctimas mortales en ese afán del “castrochavismomadurismo” por apoderarse del poder absoluto: Pdvsa, BCV, FAN, AN, TSJ, MP, Cadivi, y todo lo que hasta ahora se han logrado expropiar y apoderar antes de la llegada del apocalipsis en el que nos encontramos.
Un conflicto sin precedentes está en la calle. Maduro no quiere entender que nadie quiere ser una estadística de la morgue, 25 mil el pasado año, casi 3 mil en los 2 meses y medio que corren del 2014, 31 en lo que va de conflicto por parte de la FANB partidista y los grupos violentos asalariados por el mismo régimen. La receta de los Castro sigue siendo mayor represión, persecución y hostigamiento, hasta que la escasez y el desabastecimiento nos pinten un panorama desolador con infernales colas y sobreprecio.
Es de lo que se habla en la calle entre protesta y protesta: el Azúcar de 6,30 pasó a 18 Bs.F., la Harina PAN de 7,50 á 22 Bs.F., la leche de 1Kg en polvo de 30 á 80 Bs.F., un caucho llega casi a 5 mil bolívares, baterías no hay, todos los artículos tomaron sin diálogo al país con un 300 % de aumento.
Antes debes levantarte de madrugada para burlar todos los obstáculos y conseguir por el mercado negro 2 kilitos de café. 635.268 venezolanos perdieron su trabajo solo durante el mes de enero. El desempleo aumentó 3,9 en el primer mes de 2014, mientras en algún lugar del país existe una cúpula reinante y acomodada por la fusión PSUV-FANB que vive en mansiones custodiadas y burbujas de la felicidad y el buen vivir, que resultan ser los verdaderos intocables de este país de repuesto, casi olvidado por los vecinos de la OEA que cobran puntual su parte de la renta petrolera de la que fuimos definitivamente despojados.
Ese Estado mayor conjunto debería entender más que nadie, que en este país se tomó una decisión democrática en las urnas electorales el pasado 2 de diciembre de 2007, que descartó cualquier plan para la imposición del comunismo, y que ante sus narices esa decisión constitucional viene siendo violada impunemente por un gobierno que prácticamente ha dado un golpe certero a la voluntad soberana.
Somos un país sin Estado. La Defensora del pueblo y la fiscal tratan a los demandantes como enemigos. El presidente de la AN se atribuye poderes que no tiene. La FANB dispara a su propio pueblo y amedrenta con tanquetas y Sukoi. Maduro sigue el guión de Los Castro y quiere obligar a los alcaldes de la oposición a asumir los daños de su represión a mansalva.
¿Un diálogo obligado? ¿Cómo es eso? Será el desespero por obtener esa mano de barniz democrático luego de 31 muertes y 461 heridos desde que la violencia escupe su mensaje de fuego en las calles.
Hace tiempo que la prudencia desapareció y al poder dejó de importarle las apariencias llevándose por delante la raya amarilla en varias oportunidades, pero secuestrar y hacer presos a los alcaldes opositores para chantajear al resto de los burgomaestres a que utilicen sus policías administrativas contra los manifestantes, no es definitivamente una visión de respeto y cordura democrática.
Scarano y Ceballos fueron electos con una diferencia porcentual de votos mucho mayor que la del hijo de Chávez y Castro. Si además esas entidades y cualquier otra de la oposición como Maracaibo, son amenazadas con nuevas elecciones por el propio CNE, estamos en presencia de una seguidilla de golpes anunciados a la Constitución y a las leyes del país que solo incitan una guerra o un autogolpe, porque esas medidas nada tienen que ver con la voluntad política de escuchar sin condicionamientos a toda una nación vejada y maltratada desde el poder.
@damasojimenez