La falta de fármacos golpea con fuerza a los venezolanos. Los neonatos tampoco escapan de la situación. Los representantes de la Asociación Venezolana de Hospitales y Clínicas indicaron en un comunicado que de 231 equipos médicos utilizados en centros de salud públicos y privados, 109 están ausentes. Las unidades de neonatología se encuentran desabastecidas de brazaletes para medición de presión, percutores manuales, sensores de tela, mezcladores de oxígeno Blender, casetes de bombas de infusión, catéteres de succión, cintas umbilicales y medicinas contra vómitos, publica La Verdad.
La escasez obliga a los galenos a utilizar sueros de bajo rendimiento que no son compatibles con los aparatos tecnológicos de operación. Para Amadeo Leyba, pediatra general, el flagelo representa un retroceso en el sistema de salud de la nación.
“Uno de los grandes éxitos mundiales ha sido el tratamiento de recién nacidos y prematuros. Su cuidado viene a ser más importante durante la primera semana y al cumplir el mes de vida. El déficit de atención puede incrementar las cifras de mortandad materno infantil”.
Los médicos realizan sus labores en estado de alerta. Temen que la crisis empeore y las pocas reservas que quedan se acaben.
Problema con Cadivi
Dianela Parra, vicepresidenta de la Federación Médica de Venezuela, explicó que el Gobierno venezolano debe ponerse al día y asumir la deuda que tiene con las empresas distribuidoras de equipos médicos a través de la autorización de dólares.
“El país no produce los implementos necesarios para la dotación de hospitales. El presidente maneja la adquisición de divisas como un trámite burocrático que tiende a demorarse mucho”. Parra sostuvo que las políticas del mandatario nacional deben estar orientadas a flexibilizar los procedimientos que garanticen el derecho a la salud de todos los ciudadanos.
Acotó que la compra de insumos debe ser sistemática, sobre todo en estos casos donde existe una cifra considerable de embarazos precoces. “La premura del parto desencadena bebés con afecciones respiratorias que necesitan ser tratadas de inmediato”.
Preservar la vida de un recién nacido es vital para Mariela Hidalgo, doctora especialista en pediatría general, quien aseguró que no contar con el surtido cuantioso de sondas nasogástricas desencadena consecuencias fatales. Además, especificó que un neonato no está en capacidad de ingerir alimentos de forma oral. “A través de la vía intravenosa se le suministran las vitaminas y hierros que necesita para el buen desarrollo del organismo. De no ser tratado, puede morir”.