Fosas nasales y vaginas que son fabricadas en laboratorio y luego trasplantadas a personas fueron descritas en estudios como los logros más recientes en este campo.
Tráqueas, vejigas, vasos sanguíneos y otras estructuras se han creado antes en parte con las propias células de las personas afectadas y se les ha implantado posteriormente.
Los científicos confían que a la larga con esta estrategia puedan fabricar estructuras más complicadas como pulmones y riñones, con el propósito de evitar el rechazo de los órganos trasplantados.
Los experimentos más recientes fueron difundidos el viernes en la edición digital de la publicación Lancet.
“Ambos (estudios) muestran que mediante la utilización de técnicas de ingeniería muy sencillas, se puede conseguir una formación de tejido donde sea necesario”, dijo el doctor Martin Birchall, del Instituto del Oído en el Colegio Universitario de Londres.
Birchal, autor de un documental adjunto, dijo que métodos simples podrían ser útiles para la fabricación de otras partes del cuerpo, como cartílago de articulaciones, intestinos y esófagos.
Un experimento abarcó a cuatro mujeres adolescentes en México que nacieron sin vagina debido a un trastorno raro. En la actualidad, los cirujanos utilizan injertos de tejido para crear vaginas a pacientes de este tipo, pero ese método conlleva el riesgo de complicaciones.
El doctor Anthony Atala, de la Escuela de Medicina de la Universidad Wake Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte, informó de los resultados experimentales a investigadores locales y de la Universidad Autónoma Metropolitana en la ciudad de México.
Atala dijo que el procedimiento también mostró su utilidad para el reemplazo de vaginas extirpadas por cáncer y para la restauración o sustitución del órgano después de una lesión.
En el experimento, los investigadores tomaron de los genitales de las pacientes una muestra de tejido del tamaño de menos de la mitad de un timbre postal.
Multiplicaron las células de ese tejido en el laboratorio, las sembraron en un patrón biodegradable y lo moldearon a la dimensión y forma correctas para cada paciente antes del implante.
La primera cirugía se efectuó en 2005 y el informe de Lancet da seguimiento de las pacientes durante un promedio de casi siete años. Las mujeres registran niveles normales de funcionamiento sexual, sin ninguna complicación de largo plazo. Se desconoce si podrían embarazarse. Sólo dos tienen matrices, dijo Atala.
En un video proporcionado por la universidad mexicana, una de las mujeres dice que se siente afortunada “porque tengo una vida normal”. La universidad no identificó a la mujer.
En otro experimento, científicos suizos construyeron las fosas nasales externas de cinco pacientes que tenían cáncer en la nariz.
Cuando los cirujanos extirparon el tumor, también eliminaron una fracción del cartílago de la nariz.
Cultivaron las células durante cuatro semanas en el laboratorio para crear una pequeña estructura. Después fue implantada en la nariz de los pacientes y cubierta con piel de sus frentes. Normalmente, se toma cartílago del oído o las costillas del paciente para recrearle las fosas nasales. AP