Hoy, tal vez como nunca, y aunque pudiera resultar repetitivo, está más vigente aquella advertencia convertida en consejo, que nos expresaban nuestros abuelos para prevenirnos de tentaciones y peligros con los que pudiéramos tropezar al apenas traspasar las puertas de nuestras casas; pero mucho juicio es lo que requerimos en estos momentos todos los venezolanos, cualquiera sea nuestra ideología o manera de pensar y actuar frente al cúmulo de situaciones que nos desafían.
La orden desde esta pretendida semana santificada, es que disfrutemos del asueto que nos brinda el calendario, compartido con una actitud reflexiva que nos permita analizar serenamente sobre todo lo que nos toca enfrentar en estos momentos tan cruciales para la vida del país.
Y más de allá de estas de estas recomendaciones básicas, generalmente ofrecidas por los distintos factores de formación de opinión pública conocidos, a través de todos medios de divulgación colectiva, existen recomendaciones puntuales que, como líderes dentro de ámbitos territoriales específicos, estamos llamados a puntualizar.
En nuestra posición, relacionada con la actividad municipalista en El Hatillo (Edo. Miranda), nos vemos en la posición de recordar que representamos a una de las más privilegiadas regiones del país, por sus condiciones ambientales de gran atractivo turístico, tanto para quienes habitan en la Gran Caracas como para residentes de otros lugares del país e incluso extranjeros que suelen hacer suyo el disfrute, principalmente, de su naturaleza y de su variada gastronomía. Eso nos parece muy bien, y a todos les damos la bienvenida.
Sin embargo, no está de más, recordar que el casco de El Hatillo, donde se concentra el mayor volumen de visitantes al municipio, es un espacio muy reducido, habitado por personas amantes de la tranquilidad y de su hábitat, y que la oferta de servicios para atender con la deseada comodidad el desenvolvimiento de la actividad turística, es realmente limitada. Uno de los principales problemas de El Hatillo, en este sentido, es la falta de estacionamiento, por lo que nuestras calles suelen ser en extremo abarrotadas, con las consecuencias que de ello se derivan.
Una recomendación que consideramos válida en este aspecto, es la utilización del menor número de vehículos para trasladarse al casco del pueblo; otra, evitar la molestia de los ruidos provenientes del corneteo y del uso de equipos de sonido que sobrepasan la capacidad de resistencia de la audición humana.
Y en relación con quienes aprovechan para escaparse hacia las zonas montañosas del municipio, especialmente hacia las áreas naturales protegidas, como la vía hacia Sabaneta y Turgua y el cerro (picacho) El Volcán, debemos advertir que las condiciones climatológicas de la temporada son de alto riesgo para la propagación de los incendios forestales, por lo que la prudencia en el uso del fuego debe acompañar a cada persona que se interne en estos espacios fundamentales para la agradable temperatura de nuestro municipio.
El máximo de precaución recomendamos también a nuestros visitantes, en relación con el tema de la seguridad, pues no sabemos cuándo nos puede tocar ser víctimas del hampa.
Por lo demás, insistimos finalmente, “mucho juicio en el disfrute”
Juan Jose Moreno A.
Presidente del Concejo Municipal de El Hatillo
Twitter: JJMorenoA