¿Quién no se ha impacientado tras horas y horas de pie en cola interminable para comprar la harina de maíz, la leche o cualquier producto que llegó al supermercado? Pues no desesperes porque ha llegado la solución: se llama Robert Samuel y está dispuesto a ocupar tu puesto en cualquier cola siempre que pagues en efectivo. El único inconveniente es que sólo trabaja en Nueva York.
La noticia la publica el becario de 20minutos.es, quien seguramente no sabe que para hacer mercado en Venezuela, tienes que hacer colas de hasta 3 horas. Nos cuenta el becario que Mr. Samuel, tras perder su empleo en una empresa de telefonía, tuvo la brillante idea de ganar algo de dinerillo aguantando pacientemente las colas que se producen a las puertas de muchas tiendas neoyorquinas cada vez que se lanza un nuevo ‘juguetito tecnológico’ o el último modelo de zapatos de una rutilante estrella de la NBA. Y parece que el negocio no le va mal ya que saca lo suficiente para pagar el alquiler de su casa y para darse algún capricho.
De momento tiene tres clientes fijos, a los que parece no importarles mucho el dinero. Uno de ellos ha llegado a pagar más de 300 dólares para que Robert estuviera estratégicamente colocado en la fila que se formó para adquirir los primeros iPhone 5 que salieron al mercado. La fiebre consumista nunca dejará de sorprenderme.
Tal es su afán por dar a conocer su negocio, que incluso tiene folletos publicitarios con las tarifas, tarjetas de visita que promocionan su actividad y un perfil en la red social Twitter. El señor Samuel cobra 25 dólaresla primera hora, y cada franja de 30 minutos siguientes: 10 dólares. Claro, en Venezuela, tendrías que participar en Sicad II para pagarle, no creemos que acepte bolívares fuertes.