Los senadores por Florida, el republicano Marco Rubio y el demócrata Bill Nelson, se unieron hoy para reclamar sanciones de Estados Unidos a los responsables de la represión en Venezuela durante una visita que hicieron en Miami a miembros de la oposición de ese país.
El encuentro se llevó a cabo en “El Arepazao 2”, un conocido restaurante venezolano en la ciudad de Doral, aledaña a Miami, donde reside una importante cantidad de venezolanos, y cuyo alcalde, Luigi Boria, es también de ese origen.
Boria comentó a Efe que la visita de ambos senadores es una buena señal porque muestra que “hay compatibilidad de ambos partidos en su tarea de ayudar a los estudiantes y a la oposición venezolana a erradicar la tiranía”.
Rubio y Nelson reiteraron sus críticas al gobierno de Nicolás Maduro y la necesidad de que Estados Unidos muestre una “posición más fuerte” sobre Venezuela y sancione a los responsables de las violaciones a la democracia y libertad de expresión en este país, especialmente dirigidas contra el movimiento de estudiantes que desde febrero ha realizado un sinnúmero de protestas en todo el país.
Los senadores se comprometieron a reunirse de nuevo con la oposición y a seguir impulsando en Washington audiencias para sacar adelante una ley apoyada por ambos partidos que sancione a los responsables de abusos contra los opositores.
“No creo que ninguno de los partidos le ha dado la atención que merece Venezuela”, cuestionó Rubio.
El demócrata Nelson, quien señaló que el presidente Barack Obama tenía muchos asuntos pendientes, entre ellos la crisis en Ucrania, se mostró de acuerdo con el senador republicano en que el gobierno estadounidense debe tomar una “posición más fuerte” contra el gobierno de Maduro.
Rubio, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso, ya había estado el pasado 28 de febrero en el mismo restaurante, en esa ocasión acompañado del gobernador de Florida, Rick Scott, para mostrar su apoyo a las manifestaciones de la oposición.
Venezuela vive desde hace dos meses una ola de protestas que en ocasiones han degenerado en hechos de violencia con un balance de 41 muertos y más de 650 heridos.
EFE