Steve Siebold, ex atleta profesional y coach psicológico, enumera en su libro “Muere gordo o Ponte firme”, las diferencias de hábitos y pensamiento entre las personas delgadas y las personas con obesidad y sobrepeso. Informe21
Por lo cual, en Salud180.com te decimos cuáles son las principales que ayudan a tomar conciencia de los hábitos poco saludables:
1. La golosina de la felicidad. Las personas delgadas comen para estar saludables y tener energía, en tanto que las personas obesas o con sobrepeso relacionan comida con felicidad y se tientan con todo tipo de productos que ven por delante.
2. Al rescate. La persona con sobrepeso espera que alguien la rescate de la obesidad y culpa a los demás de su condición. Mientras que los delgados saben que ellos mismo son quienes deben actuar, son responsables de su propio peso.
3. Las dietas no funcionan. Para una persona delgada, la gente la que no funciona cuando deben hacer dieta. En tanto que una persona con sobrepeso tiende a justificarse diciendo que “la dieta no ha funcionado”, así no se culpan por haber fracasado o disimulan su falta de compromiso.
4. Es bueno ser un gordito feliz. Las personas obesas viven con una falsa ilusión que les da permiso y justificación para seguir comiendo en exceso. En cambio, ser realista puede llegar a provocar mucho dolor emocional, pero las personas delgadas pueden detener ese comportamiento autodestructivo.
5. Empiezo el lunes. El delgado sabe que ese día no llega nunca. La persona con sobrepeso se engaña a sí misma pensando que puede romper la dieta, volver a empezar el lunes y eventualmente tener éxito. El delgado, en cambio, reconoce que es una trampa psicológica y una excusa para comer de más y mantener la obesidad para siempre.