La Tierra primitiva pudo haber recibido una fuente extraterrestre de vitamina B3 entregada por meteoritos ricos en carbono que impactaron contra su superficie, según un nuevo análisis realizado por investigadores financiados por la NASA. El resultado apoya la teoría de que el origen de la vida pudo haber sido asistido por un suministro de moléculas claves creadas en el espacio y traídas a nuestro planeta a bordo de cometas y meteoritos. abc.es
«Siempre es difícil poner un valor en la conexión entre los meteoritos y el origen de la vida. Por ejemplo, un trabajo anterior indicaba que la vitamina B3 podría haberse producido no biológicamente en la antigua Tierra, pero también es posible que una fuente adicional de vitamina B3 podría haber sido de gran ayuda», explica Karen Smith, de la Universidad Estatal de Pennsylvania en University Park. «La vitamina B3, también llamada ácido nicotínico o niacina, es un precursor del NAD (nicotinamida adenina dinucleótido), esencial para el metabolismo y probablemente de origen muy antiguo».
Esta no es la primera vez que la vitamina B3 se ha encontrado en meteoritos. En 2001, un equipo dirigido por Sandra Pizzarello de la Universidad Estatal de Arizona, en Tempe, la descubrió en un meteorito recuperado en el lago Tagish, junto con moléculas relacionadas llamadas ácidos carboxílicos de piridina.
En el nuevo trabajo, Smith y su equipo analizaron muestras de ocho meteoritos diferentes ricos en carbono, tipo condritas carbonáceas CM- 2, y encontraron la vitamina B3 en niveles que van de 30 a 600 partes por mil millones. También hallaron otros ácidos carboxílicos de piridina en concentraciones similares.
Los científicos creen que el Sistema Solar se formó cuando una densa nube de gases, polvo y hielo se derrumbó bajo su propia gravedad. Los montones de polvo y hielo se agregaron en cometas y asteroides, algunos de los cuales chocaron entre sí para formar objetos del tamaño de la Luna o planetesimales, mientras que otros finalmente se fusionaron para convertirse en planetas.
El espacio está lleno de la radiación de las estrellas cercanas y de los eventos violentos en el espacio profundo, como la explosión de estrellas y agujeros negros que devoran materia. Esta radiación podría haber alimentado las reacciones químicas en la nebulosa que formó el Sistema Solar, y algunas de esas reacciones pueden haber producido moléculas biológicamente importantes como la vitamina B3.
Los asteroides y los cometas se consideran restos más o menos prístinos de la formación de nuestro sistema, y muchos meteoritos son muy apreciados como muestras de asteroides «entregadas» a la Tierra. Sin embargo, algunas rocas espaciales son menos prístinas que otras, ya que pueden ser alteradas poco después de que se formen por reacciones químicas en el agua líquida. A medida que crecen, los asteroides incorporan material radiactivo presente en la nebulosa del Sistema Solar. Si el material radiactivo se acumula de forma suficiente, el calor producido será suficiente para derretir el hielo en el interior del asteroide. Los investigadores pueden determinar hasta qué punto un asteroide fue alterado por el agua mediante el examen de las firmas químicas y mineralógicas en los meteoritos.
Cuando los asteroides chocan entre sí, las piezas se rompen y algunos de ellos eventualmente se abren camino hacia la Tierra como meteoritos. Pero estos rara vez se recuperan inmediatamente después de que caen a la Tierra. Esto los hace vulnerables a la contaminación de la química terrestre y la vida.
El equipo pone en duda que la vitamina B3 y otras moléculas que encontraron en ñlos meteoritos provenieran de la vida terrestre por dos razones. En primer lugar, si la contaminación de la vida terrestre fue la fuente de la vitamina B3 en los meteoritos, entonces debería haber sido encontrada solo la vitamina, no las otras moléculas relacionadas. En segundo lugar, la cantidad de vitamina B3 encontrada está relacionada con hasta qué punto los asteroides «padres» habían sido alterados por el agua. Esta correlación con las condiciones en los asteroides sería improbable si la vitamina proveniera de la contaminación en la Tierra.
El equipo planea realizar más experimentos en condiciones más realistas para comprender mejor cómo se puede formar la vitamina B3 en los granos de hielo en el espacio.