Pero uno que ya conoce a los personajes, que desde las distintas instancias del régimen se mueven con tal capacidad para la maniobra, solo comparable con la de aquellos grandes manipuladores de la opinión públicacomo los encabezados por el ministro de propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels, puede captar con mucha facilidad, que detrás de estereplanteo de la reforma, existe toda una cortina de humo distraccionista; y más allá de ella, la intención de revertir valores de nuestra aporreada cultura patria, donde ya podríamos ir identificando a los futuros próceres a los que obligarán a adorar nuestros niños de hoy y hombres del mañana.
No nos extrañe que además de execrar de la Historia de Venezuela a nuestro legendario José Antonio Páez, como está de anteojito desde la instauración del régimen rojo en el país, se nos imponga, como ya lo perfila la propaganda oficial, un nuevo Padre de la Patria que sería en este caso el inmortal Hugo Chávez e incluso, como manera de exaltar el grado de agradecimiento y reconocimiento al sacrificio de la república cubana por el actual “bienestar” de Venezuela, la declaremos nuestra nueva Madre Patria, y terminemos de esta forma de mandar a España para el mismísimo… Y, por extensión, podríamos personificar en Fidel Castro la figura del flamante Abuelo de la Patria.
Allí están algunos de los cambios previsibles en materia histórica que ya el líder supremo había de alguna manera asomado, por lo que no nos debe causar sorpresa en cuanto se anuncien; y en relación al cambio de valores, no debe tampoco extrañar a nadie, porque una de las cosas que nos enseñaron nuestros abuelos como el de la importancia del trabajo, fue cambiado ya por plumazos en decretos que aumentaron el ocio en la masa laboral del país y eliminaron la capacidad productiva de nuestras industrias. Así como se lee.
Y en una demostración más de la capacidad del actual Presidente para escoger a los hombres más preparados para los cargos que asigna, y sobre cuyos hombros recaerán las reformas planteadas, pudimos apreciar la designación del actual titular de Educación, Héctor Rodríguez, quien de una manera muy sincera planteó los riesgos de que las clases populares eleven su estatus económicos; o de su eficientísima ministra de propaganda Delcy Rodríguez, de cuya idoneidad ningún venezolano puede dudar desde su inteligente actuación para denunciar que muchos escuálidos se fueron de viaje al exterior en Navidad. Y qué decir del futuro de la seguridad ciudadana, con una suelta presos como la flamante ministra de prisiones Iris Valera.
El cuadro, amigos, es como para ponernos a pensar muy seriamente en la situación del país, aunque algunas veces nos permitamos un poco de humor para denunciarlos
Juan José Moreno A.
Twitter: JJMorenoA