En ciertas ocasiones, algunos colegas economistas califican determinados anuncios o medidas del régimen como “un paso en la dirección correcta”. En esos términos se han referido, por ejemplo, a la creación del SICAD II y también al posible aumento de los precios de la gasolina para el mercado interno. Califican a esas políticas del régimen de esa manera, porque asumen que ultimadamente las mismas están dirigidas a reestablecer equilibrios macroeconómicos básicos y a lograr una mayor eficiencia en el uso de los recursos. Pero, ¿se puede calificar una medida aislada y puntualcomo un paso en la dirección correcta, con total prescindencia del contexto, del esquema o del modelo del cual forma parte? Cuando un secuestrador alimenta a su víctima para mantenerlo vivo y poder cometer su delito, ¿se puede calificar esa acción como un paso en la dirección correcta? ¿Tiene eso algún sentido? Creo que no. Ninguna acción puede ser calificada como correcta o acertada haciendo abstracción del juego, de la estrategia o del modelo de la que forman parte. Si el régimen aumenta el precio interno de la gasolina pero usa esos recursos para, por ejemplo, poder seguir subsidiando a Cuba, ¿es eso un paso en la dirección correcta? Si es para eso, ¿no sería mejor que no lo aumente? Si es para eso, ¿no se trataría mas bien de un paso en la dirección equivocada?
Si el régimen crea el Sicad II pero, entre otras cosas, no corrige sus políticas monetaria ni fiscales y por tanto, no hace sino garantizar sucesivas devaluaciones de la moneda, con la consiguiente inflación, ¿se le puede llamar a eso un paso en la dirección correcta?
A menudo, las palabras y las expresiones llevan una carga mayor de la que su significado literal expresa. Hablar de “un paso en la dirección correcta” sugiere el comienzo de una corrección general de rumbo. En el caso venezolano, hasta ahora eso no está planteado. Lo que el régimen intenta afianzar, sin ocultarlo, es un modelo económico histórica y repetidamente fracasado, dentro del cual no cabe esperar políticas, movimientos, gestos, miradas ni suspiros en la dirección correcta. Una cosa es que las jugadas realizadas por el régimen le sirvan a éste para aliviar momentáneamente tensiones de uno u otro tipo, que le permitan sobrevivir; otra es que se traten de pasos en la dirección correcta para la economía y la sociedad.