Al borde de un profundo socavón lleno de lodo, seis retroexcavadoras intentan alumbrar el terreno bajo el cual siguen desaparecidas al menos 13 personas tras un derrumbe en una mina de oro ilegal en el oeste de Colombia, que por el momento dejó tres muertos.
Ariela Navarro/AFP
“Tenemos un balance oficial de 13 personas desaparecidas hecho con base en los reportes de familiares”, dijo a la AFP Alexander Sánchez, director del equipo de socorro de la Cruz Roja del departamento del Cauca, donde ocurrió el accidente, quien especificó que entre los desaparecidos hay hombres y mujeres.
El comandante de Policía de Cauca, Ramiro Pérez Manzano, dijo a la AFP que el alud dejó tres victimas fatales cuyos cuerpos ya fueron rescatados del derrumbe y advirtió podría haber más desaparecidos que no hayan sido reportados por sus familiares.
A un lado de la veta, en una tienda de la Cruz Roja, una decena de familiares esperaban en silencio. Pocos tenían esperanzas de encontrar a sus seres queridos con vida. Sin luz y sin hablar miraban a lo lejos las linternas de las retroexcavadoras.
“Siento mucho dolor porque a esta hora no hay sobrevivientes. Desde anoche que fue el derrumbe cayó mucho lodo así que ya no hay nadie vivo”, dijo desesperanzada Luz Holanda Nazarin, una mujer de unos 50 años cuyo sobrino está desaparecido.
“Ni siquiera Dios sabe dónde están”, relató a la AFP con voz apesadumbrada pero serena cuando se cumplían casi 24 horas de la avalancha.
Entre tanto, cientos de rescatistas aguardaban a que las máquinas remuevan el lodo suficiente para que perros entrenados en la búsqueda de personas puedan entrar a la zona. Sin embargo, muchos comentaban que faltaba extrear al menos 10 metros cúbicos de lodo para poder llegar hasta donde trabajaban los mineros.
“No ha sido fácil la labor de rescate por las condiciones del terreno y tememos que sea difícil encontrar sobrevivientes” dijo Sánchez.
Durante el día una romería de curiosos transitó entre la localidad rural de Santander del Quindio y la mina para observar detrás de un perímetro de seguridad cómo trabajan las retroexcavadoras.
En el camino a la mina, un grupo de hombres con linternas en la cabeza y barro en las botas celebraban la clasificación del equipo colombiano Atlético de Medellín a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Ninguno reconoció trabajar en la veta a cielo abierto.
– Segundo accidente en una semana –
Los inconvenientes en el transporte de la maquinaria pesada, además de la inestabilidad del terreno, retrasaron el rescate. Los propietarios de las máquinas que trabajaban en el yacimiento ilegal “en lugar de ayudar, lo que hicieron fue esconderlas para evitar que se las incautaran, lo que dificultó las tareas”, señaló Amylkar Acosta, ministro de Minas y Energía, en un comunicado.
Se trata del segundo accidente minero en Colombia en menos de una semana. El sábado pasado, en el municipio de Buriticá, departamento de Antioquia (noroeste), murieron cuatro personas por inhalación de gases, en otro sitio de extracción ilegal.
“Las condiciones de informalidad laboral e infraestructura significaban un riesgo latente para los trabajadores” de la mina de oro artesanal, afirmó en un comunicado la Defensoría del Pueblo, encargada de velar por los derechos humanos de los colombianos.
El organismo había emitido desde comienzos de año alertas para cerrar este tipo de excavaciones en el departamento, tras lo cual autoridades incautaron máquinas excavadoras.
Sin embargo, “las labores de explotación ilegal de oro continuaron”, añadió el organismo.
De acuerdo con la Defensoría, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), presentes en el oeste del país, se benefician de este tipo de actividades “mediante el cobro de cuotas por el ingreso y operación de las retroexcavadoras, así como por la producción de los entables”.
Después de este operativo realizado en febrero, el funcionario del municipio de Santander de Quilichao que ordenó la intervención habría recibido amenazas, agregó el comunicado.
La guerrilla de las FARC (comunista) es la más importante del país, con 50 años de antigüedad y cerca de 8.000 combatientes, según cifras oficiales.
– Una práctica extendida –
El ministro Acosta afirmó que la minería ilegal tiene “vínculos con la criminalidad” y que se estableció un grupo especial de “las Fuerzas Armadas para combatirla y erradicarla”.
La minería ilegal es una práctica extendida en Colombia, de acuerdo con el más reciente informe sobre el tema de la Contraloría, encargada de vigilar los recursos estatales. La entidad pública informó que “apenas el 37% de las 14.357 unidades mineras censadas (entre 2011 y 2012) tienen título minero”.
Sin embargo, la cifra se reduce si se tiene en cuenta a las que tienen todos los permisos en regla: “sólo el 19,6% posee título minero y cuenta con licencia o instrumento ambiental (a la vez), es decir que poseen legalidad plena”, aseveró el reporte.
Un reciente informe de la Agencia Nacional de Minería (ANM) precisó que de enero a septiembre de 2013 hubo 66 emergencias relacionadas con esa actividad, en las cuales fallecieron 71 personas y 51 resultaron heridas.
En 2012, la minería representó un 2,3% del PIB colombiano, de acuerdo con el estatal Departamento de Estadísticas. AFP