Seis personas resultaron heridas este martes en un ataque con arma blanca en una estación de trenes de la ciudad de Cantón, en el sur de China, en la última de una serie de agresiones del mismo tipo atribuidas por las autoridades a musulmanes de Xinjiang.
Hacia las 11H30 (03H30 GMT), unos hombres armados con cuchillos atacaron a pasajeros en la principal estación de la ciudad, declaró la Oficina de seguridad pública.
Los agentes de las fuerzas del orden intervinieron “rápidamente” y abrieron fuego, alcanzando a uno de los agresores. Los seis heridos fueron hospitalizados.
Según el Diario del Pueblo, el órgano oficial del Partido Comunista, los agresores, cuatro hombres que llevaban un tocado blanco en la cabeza, ignoraron las advertencias de los policías, que entonces abrieron fuego.
Uno de los agresores murió, otro fue arrestado y los dos últimos se dieron a la fuga, precisó el diario. De estos, uno fue detenido más tarde por la policía.
El diario Nanfang Dushi Bao señaló, citando a varios testigos, que los asaltantes de Cantón iban vestidos de blanco y armados con cuchillos de “unos 50 centímetros”.
Este nuevo incidente tuvo lugar menos de una semana después de que un ataque con cuchillos y explosivos en una estación de trenes de Urumqi, capital de la región de mayoría musulmana de Xinjiang, dejara tres muertos, entre ellos dos agresores, y 79 heridos.
Este atentado fue atribuido por las autoridades a “extremistas religiosos” de Xinjiang.
En marzo, otro ataque cometido por un comando de hombres armados con machetes en la estación de trenes de la ciudad de Kunming (sudoeste) dejó 29 muertos y 123 heridos.
Esta matanza, que los medios calificaron de “11-S chino”, también fue atribuida por las autoridades a “personas de Xinjiang” y a movimientos separatistas islamistas de esta región.
Hua Chunying, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, se negó este martes a especular con la autoría del ataque cometido en Cantón.
“Sean quienes sean los autores de este ataque violento y sus motivaciones, serán llevados ante la justicia (…) y el gobierno actuará con firmeza para proteger las vidas y los bienes de los ciudadanos chinos”, declaró.
Del lado de Estados Unidos, Daniel Russel, secretario de Estado adjunto para Asia Oriental y el Pacífico, declaró desde Hong Kong que Washingtón está “horrorizado” y “condena categóricamente este ataque contra civiles inocentes”.
Para Rohan Gunaratna, profesor de la Nanyang Technological University de Singapur, “la amplitud de la violencia en Xinjiang no deja de aumentar, y hay ya un contagio al resto del país”.
“China afronta una amenaza terrorista muy importante y constante”, añadió en una entrevista a la AFP.
En octubre se cometió un atentado suicida en la plaza Tiananmen de Pekín, símbolo por antonomasia del poder chino. Según la versión oficial, tres uigures de Xinjiang empotraron su vehículo contra la Ciudad Prohibida. AFP