Si bien es cierto y justo el reconocimiento que en este, como en todo momento, debemos a nuestras madres, tal vez no exista un tiempo más apropiado para valorar y solidarizarnos con esa legión de mujeres que tanto sufren hoy en Venezuela, por la triste circunstancia por la que atraviesan todos los hijos de nuestra querida patria.
Qué abuela, madre o tía no sufre hoy en el país la brutal arremetida ejercida por el régimen, con la complicidad de todos los órganos del Estado, contra estudiantes a quienes en lugar de ofrecérseles respuestas, ante los males que denuncian, solo reciben bombas, balas, encarcelamientos e insultos.
Son ellas, todas madres, quienes soportan como nunca en la historia del país, el dolor por la pérdida de seres queridos a manos del hampa común y política, así como la incertidumbre y la amargura que les genera la situación de inseguridad que amenaza la propia vida de sus hijos, quienes se resisten a enclaustrarse ante los peligros que los asechan en la calle, y aun dentro de sus propios hogares.
Son ellas también, quienes cargan sobre sus hombros las consecuencias del fracaso económico de un régimen que por más de quince años en el poder, ha sido incapaz de garantizar los alimentos que demanda la población para su subsistencia.
Por eso, son para ellas, madres de Venezuela, mis palabras de solidaridad, de amor, comprensión y de esperanza, en esta hora cuando se pone a prueba la capacidad de resistencia de un país, que se niega a bajar la cabeza frente a los desaciertos y abusos practicados desde las alturas del poder.
Juan Jose Moreno A.
Twitter: JJMorenoA