El 24 de mayo una lluvia de estrellas jamás observada antes podría iluminar el cielo e incluso podría superar a las famosas ‘Lágrimas de San Lorenzo’ de agosto.
La intensidad del evento podría alcanzar unos 200 meteoros por hora, señala el jefe de la Oficina de Medio Ambiente sobre Meteoritos de la NASA, Bill Cooke.
Se trata de las Camelopardalidas, causadas por el polvo dejado por el cometa 209P/LINEAR. El nombre viene de Camelopardalis (‘jirafa’), una constelación bastante discreta cerca de las constelaciones de Auriga y las dos Osas. Los astrónomos esperan que las estrellas fugaces irradien de esta constelación.
El mejor tiempo para observar el evento sería entre las 02:00 y 04:00 de la madrugada, señalan los astrónomos.
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