A Wíllian José Zabala García, de 45 años, lo estranguló su propio hijo el lunes a las 5.00 de la mañana después de pasar la noche tomando licor. Ocurrió en la residencia de ambos, ubicada cerca del mercado Corito, en el sector Haticos por Arriba de la parroquia Cristo de Aranza. El asesinó se entregó a las autoridades y está en la sede de la Policía de San Francisco. Lo presentaron ayer. laverdad.com / Luisana González
El caso de Zabala se consideró muerte natural incluso después del ingreso de su cuerpo a la morgue forense. El hombre y su hijo, aún no identificado, bebieron desde el domingo en la noche hasta la madrugada del lunes, cuando por motivos desconocidos se fueron a los golpes. Al parecer el resto de los residentes no escuchó nada y por la mañana vieron a Zabala sobre su cama, sin ninguna eventualidad.
Doce horas después un tío de Zabala le insistió para que despertara y fue cuando notaron que estaba muerto. La Policía científica hizo la inspección a las 5.00 de la tarde y abrió el caso como la averiguación de una muerte que luego, al parecer, se confirmaría como natural. Pero los familiares hablaron antes de la entrega del cuerpo. El asesino confesó que mató a su padre y se entregó a las autoridades. Los deudos de Zabala dieron la información en la morgue y ayer se determinó que el hombre murió por estrangulación, es decir, su hijo puso las manos sobre su cuello y le quitó la vida.
Se tienen pocos detalles del hecho, pero las autoridades aseguran que el asesino sigue en la sede de Polisur. Se espera que en las próximas horas ofrezca detalles de cómo ocurrieron los hechos.
12 horas estuvo Zabala sobre su cama muerto. Creían que dormía.