Juan Crespo, Presidente de la Federación nacional de trabajadores de la industria de la harina, Fetraharina, anunció este viernes que existe una “crisis declarada” en el sector de la producción de harina de trigo en el país ante la paralización de tres plantas producto de la imposibilidad que tienen las empresas del sector de adquirir los dólares para la importación del trigo. “Los trabajadores nos declaramos en emergencia por falta de materia prima”. NP
Señaló que desde el pasado mes de diciembre, han venido alertando sobre la posibilidad de que pudiera verse comprometida la producción de harina para la industria de pastificios, molinerías, panaderías industriales y artesanales por el declive en los inventarios debido a la falta de divisas. “Lo que veníamos diciendo no era mentira. Con esta paralización se verán afectados más de 15000 trabajadores gracias a que los dólares a través del Sicad II no aparecen por ningún lado”.
Explicó que al detener sus operaciones la planta de Cargill, ubicada en el sector de Gramovén de Catia donde se realizó una asamblea con todos los trabajadores, “Se afecta más del 35 por ciento del mercado de la harina panadera. En el caso de la planta de Cargill ubicada en Catia La Mar que cubre más del 30 por ciento del mercado de pastas, también ocurrió su paralización. De igual manera se acaba de parar Molinos Hidalgo en el estado Vargas, en donde estamos discutiendo un contrato colectivo en el que lamentablemente, tuvo que ser congelada su negociación”.
Hizo un llamado de atención al Ministro del Poder Popular para la agricultura y tierra Yván Gil y a Dante Rivas, Ministro del Poder Popular para el comercio, “Para que atiendan esta situación y resuelvan el problema del acceso a las divisas porque la materia prima que entra en las plantas se compra en dólares, el cual recibimos todos los venezolanos a través de la venta del barril de petróleo. Sugerimos que se reparta la riqueza de verdad, sobre todo en un producto tan básico en nuestra mesa como lo son el pan y las pastas”.
Advirtió que a la fecha, van 121 despidos de las panaderías artesanales, “Producto de una improvisación que no entendemos” y aclaró, “No estamos haciendo guarimbas. Estamos totalmente apegados a la Ley de seguridad agroalimentaria y somos conscientes que esta situación afectará a todos los venezolanos, considerando que somos el tercer país en el mundo en el consumo de pan y pastas”.
“Se habla de una supuesta guerra económica de la cual no somos protagonistas, por eso alertamos que si esta situación no se resuelve antes que finalice este mes de mayo, entraremos en una crisis generalizada. Todos nuestros compañeros lo único que quieren es trabajar, producir, tener calidad de vida y un buen contrato colectivo. En el molino de Gramovén tenemos la capacidad de moler 30000 kilos por hora, por lo que esperamos que el Gobierno abra los ojos para que no haya un desabastecimiento total”, concluyó.