Un grupo de 26 mujeres, amantes secretas de sacerdotes católicos, desataron un debate en Italia al pedir en una carta dirigida al papa Francisco que se elimine el celibato impuesto al clero. AFP
“Querido papa Francisco: somos un grupo de mujeres de todos las partes de Italia (y no sólo) que te escribe para romper el muro de silencio e indiferencia con que nos topamos a diario. Cada una de nosotras está viviendo, ha vivido o quisiera vivir una relación de amor con un sacerdote del que está enamorada”, escribieron en la misiva enviada por correo certificado hace casi un mes al pontífice argentino.
Según el diario La Stampa, la carta estaba firmada por alguna de ellas e incluía varios números de teléfono, ya que saben que el papa latinoamericano suele llamar personalmente a numerosas personas para ofrecer consejos y alivio como un simple cura.
Las mujeres, que pidieron también una audiencia con el jefe de la iglesia católica, tienen como objetivo abrir un debate sobre el tema aprovechando la actitud abierta de Francisco a los cambios y reformas.
“Se sabe poco del devastador sufrimiento al que está sujeta una mujer que vive con un sacerdote la fuerte experiencia del enamoramiento. Queremos, con toda humildad, poner a tus pies nuestro sufrimiento para que algo pueda cambiar no solo para nosotras, sino para el bien de la Iglesia”, escribieron.
Las mujeres, que entregaron la carta a la prensa tras un mes sin respuesta del papa, piden que sean eliminadas las imposiciones establecidas por el Concilio de Trento, entre 1545-1563, hace más de cuatro siglos, que decretó como obligatorio el celibato sacerdotal.
El celibato obligatorio ha tenido múltiples críticas, así como numerosos defensores.
“El celibato no es un dogma”, aseguró el entonces cardenal Joseph Ratzinger y hoy para emérito Benedicto XVI, responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe en un libro entrevista de 1997.
El debate del celibato fue descartado por el papa latinoamericano en marzo pasado durante una reunión con obispos africanos, confirmando la posición oficial de la Iglesia sobre el tema.
Algunos movimientos católicos de renovación así como curas de base plantean el celibato como una opción y existen inclusive asociaciones en Italia de curas casados.
El número dos del Vaticano , el secretario de Estado Pietro Parolin , apenas fue designado en septiembre del año pasado reconoció que la exigencia del celibato para ser sacerdote “no es un dogma y que se puede discutir porque es una tradición eclesiástica”.
Se trata de la mayor autoridad del actual catolicismo que admite la posibilidad de discutir el tema.
Sin embargo, Francisco parece estar concentrado en renovar el accionar de la Iglesia y reformar la curia romana.