Modernamente, la problemática de las relaciones civiles y militares aparece con la formación del Ejército Nacional.
En la segunda mitad del siglo XX, con la supremacía, en términos generales, de la institucionalidad sobre otros aspectos de la vida social avanza la profesionalización militar venezolana. De allí en adelante, las posibilidades del cambio sociopolítico en Venezuela siempre estuvieron asociadas a la institución militar y no contra su carácter profesional.
En Venezuela, cualquier intento de cambio, con una orientación distinta al profesionalismo militar siempre estuvo destinado al fracaso.En estos últimos años, en que el gobierno ha hecho esfuerzos importantes por destruir la profesión militar, no tiene porque ser diferente.
Las circunstancias que hacen posible el profesionalismo militar, son básicamente: 1. La formación de un Cuerpo de Oficiales que respondan con lealtad a los valores establecidos en la Constitución. 2. La especialización técnica en la administración de la violencia militar, bajo la supremacía de las autoridades civiles legítimamente electas. Y 3. El nacionalismo que hace de la defensa de la soberanía, a la organización militar, una necesidad. En otras palabras, cuando los militares anteponen intereses partidistas, a lo militar, sacrifican el profesionalismo para convertirse en pretorianos.
En las actuales circunstancias por las que atraviesa Venezuela, la agenda militar se debe centrar en cinco puntos: 1. Desarrollar la idea según la cual los militares están subordinados a la Constitución, a la cual tienen la obligación de defender. 2. Profundizar y consolidar el profesionalismo militar, según el cual, en una sociedad democrática las armas y el manejo de la violencia, bajo control político, le corresponde a la institución militar constitucionalmente establecida, no a los “Colectivos paramilitares”, ni a la inconstitucional Milicia. 3. El adoctrinamiento y la partidización de los militares destruye valores esenciales como la meritocracia, la jerarquía y la disciplina militar. 4. Rechazar la injerencia en la política interna de Estados, organizaciones y fuerzas extranjeras, entre ellas principalmente la actividad de militares cubanos en Venezuela. Y 5. Aumentar el apresto operacional.
Finalmente, la designación de un “Comandante Supremo”; la creación de la Milicia y los “Colectivos” paramilitares; la nominación de “Bolivariana” de las Fuerzas Armadas Nacionales; la incorporación a las Fuerzas Armadas, en condiciones de militares activos, de funcionarios públicos de elección popular como el presidente actual de la Asamblea Nacional y los ascensos militares de los gobernadores de los estados Guárico, Portuguesa y Zulia; entre otras graves irregularidades, constituyen motivo de destrucción y desprofesionalización militar en Venezuela; lo cual, militares y civiles, tenemos que protestar.
@CastilloHernan