La mayor exposición sobre Sherlock Holmes que acoge el Reino Unido en más de 60 años revelará incógnitas sobre los orígenes del detective ficticio y las fuentes de inspiración de su creador, el escritor escocés Arthur Conan Doyle.
Una de las joyas de la exposición, que el Museo de Londres adelantó hoy a la prensa y que inaugurará en octubre, es un óleo inédito de Conan Doyle pintado por Sidney Paget en 1897, que “permite apreciar cómo era el autor a los 37 años” y que emana “un curioso parecido” con el compañero de fatigas de Sherlock, su querido Watson, observó la comisaria Pat Hardy.
En este retrato, propiedad de los descendientes de Conan Doyle y que habitualmente se conserva en Suiza, el autor luce un abundante mostacho y presenta ojos asimétricos -“resultado de un accidente”, apuntó Hardy-, al tiempo que sostiene el bloc de notas donde apuntaba sus ideas.
Paget ilustró las primeras entregas de Sherlock Holmes en la popular revista “The Strand” y, como se mostrará mediante grabados originales, “es en buena medida el forjador de la imagen que tenemos del detective”, con su capa, su gorra y su pipa, señaló hoy el director de colecciones históricas del Museo, Alex Werner.
La inspiración de Arthur Conan Doyle (1859-1930) para crear al “más famoso detective que nunca existió y jamás morirá”, en palabras de Werner, fue la obra “The Murders in the Rue Morgue” (1841) del estadounidense Edgar Allan Poe, considerada la primera historia detectivesca y cuyo manuscrito se expondrá en esta muestra.
Werner explicó que el escritor escocés era un fan de la narrativa de Poe y su protagonista C. Auguste Dupin, con su mente analítica y un fiel acompañante, pudo inspirar a Sherlock y su relación con Watson.
Por otra parte, las habilidades forenses del detective británico y su enfoque científico de los casos, algo original en la época, se nutrieron de los propios conocimientos de Conan Doyle, que estudió medicina.
La exposición, que se inaugurará el 17 de octubre, analizará además las representaciones de Sherlock Holmes que se han hecho en cine y en teatro, con objetos de sus principales intérpretes, como el actor estadounidense William Gillette, responsable de su imagen clásica.
Se incluirá el característico abrigo Belstaff que luce el británico Benedict Cumberbatch en la reciente y popular serie “Sherlock” de la BBC, así como la bata de estar por casa color camello de Derek Rose.
Uno de los objetivos del Museo de Londres es reivindicar el papel de la capital británica en las novelas de Sherlock Holmes, por lo que la muestra expondrá pinturas, dibujos y fotografías de los lugares más emblemáticos.
Así, se podrá ver la avenida Strand repleta de carruajes, Piccadilly sin los anuncios de neón, las Casas del Parlamento recién construidas o el Londres contaminado pero misterioso y cautivador de la era victoriana, a través de obras de John Anderson, Francis Forster y el fotógrafo Alvin Langdon Coburn, entre otros.
La colección del Museo de Londres sobre esta ciudad junto con los préstamos de otras instituciones, convertirán esta muestra, abierta hasta el 12 de abril, en visita obligada para los admiradores del famoso detective, que supuestamente habitó en el 221B de Baker Street.
Al margen de la exposición permanente que acoge el pequeño museo de Sherlock Holmes en esa ubicación, la muestra del Museo de Londres será la más completa desde que, en 1951, se organizó otra en el Festival de Gran Bretaña, para mostrar a los británicos sus tesoros nacionales. EFE