El término ninfomanía proviene de ninfa y de manía. Las ninfas en la mitología griega eran las diosas del bosque. Por manía se entiende una preocupación excesiva por determinado aspecto. En este caso, la ninfomanía se manifiesta por el deseo compulsivo de mantener relaciones sexuales.
Todos los hombres hemos tenido curiosidad sobre la posibilidad de tener algún tipo de relación con una mujer ninfómana. Si bien los límites y lo “normal” en lo sexual no está definido, si las preocupaciones sexuales tienden a dominar la mayoría de los pensamientos de una persona aun cuando se tiene una vida sexual activa, se puede estar frente a una patología sexual.
¿Qué causa la ninfomanía?
El funcionamiento sexual está determinado biológica y psicológicamente y pueden ser modificados por varios factores. La hipersexualidad es generalmente una manifestación de problemas psicológicos pero puede ser debida a sufrimientos biológicos.
La ninfomanía biológica puede tener origen en lesiones en la zona límbica del encéfalo, debido a presencia de tumores o por accidentes angioencefálicos. También puede ser provocada por la epilepsia. El deseo sexual puede aumentar por consumo excesivo de algunas drogas como las anfetaminas y los opiáceos. Asimismo, la ninfomanía puede ser una manifestación transitoria de algunas enfermedades psiquiátricas, como los estados psicóticos, y algunas esquizofrenias.
En otros casos puede deberse a causas emocionales. Algunas mujeres consideran que la única manera que pueden tener afecto es a través de las relaciones sexuales, o solo pueden comunicarse con personas por las que se sienten atraídos por medio del contacto físico, por lo que sus relaciones sexuales tienen un fin afectivo. Este intento de buscar afecto a través del sexo deja a la persona cada vez más insatisfecha y con más necesidad de llenar huecos emocionales a través del sexo, entonces se transforma en un círculo muy difícil de abandonar.
¿Cómo debe tratarse la ninfomanía?
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