El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, aseguró el miércoles en México que la opción de sancionar a funcionarios venezolanos sigue sobre la mesa pero espera que Caracas “honre” el diálogo con la oposición y no haya necesidad de aplicarlas. AFP
“Nuestra esperanza es que las sanciones no sean necesarias. Nuestra esperanza es que podamos ir hacia la dirección de la reconciliación”, dijo Kerry en conferencia de prensa durante una visita a México.
El secretario de Estado hizo votos para que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, tome “las decisiones que hagan innecesaria la implementación de las sanciones”, como liberar a los dirigentes opositores encarcelados o proteger los derechos humanos de los manifestantes que desde hace más de tres meses protestan en las calles contra el gobierno.
“Es importante honrar el proceso de diálogo”, destacó Kerry al asegurar que el gobierno venezolano ha “fracasado totalmente” en cumplir los acuerdos previos para el diálogo que inició con la oposición hace un mes.
Mientras los cambios no se den, “todas las opciones están sobre la mesa en este momento, con la esperanza de que podamos mover el proceso (de diálogo) adelante”, añadió el funcionario.
Kerry admitió que la iniciativa de sanciones se está “moviendo” después de que una comisión del Senado diera luz verde a esa iniciativa contra funcionarios venezolanos que estén involucrados en violaciones de derechos humanos durante manifestaciones antigubernamentales. Este es un paso previo para su eventual adopción en el Congreso.
La portavoz del departamento de Estado, Jennifer Psaki, recalcó este miércoles que consideran que el “camino apropiado” para resolver la situación en Venezuela es el diálogo y no las sanciones, y puntualizó que no tienen información de que “cualquier otro país latinoamericano en este momento apoye sanciones a Venezuela”.
Maduro ya repudió el martes estas posibles sanciones, que calificó de “detestables” y de una nueva “injerencia de sectores de ultraderecha de Estados Unidos en los asuntos internos” de su país.
Las mesas de diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana para poner fin a las protestas que han dejado más de 40 muertos se trabaron recientemente por las críticas de la oposición a las masivas detenciones de estudiantes y a la ausencia de avances concretos.
Kerry dijo que Estados Unidos comparte la “impaciencia que está creciendo” en América ante la demorada resolución de la crisis y recordó que él personalmente ha hablado con parte de los testigos de los diálogos, que integran los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador, así como el nuncio en Venezuela.
“Siempre le hemos dicho a Venezuela que estamos preparados para tener relaciones normales”, manifestó.