Sofía Vergara trató este lunes de restar importancia a su sonada separación de Nick Loeb -con el que llevaba comprometida dos años- haciendo referencia a las dificultades que tenían para cultivar su romance debido a sus compromisos profesionales, pero algunos allegados a la actriz colombiana están convencidos de que en realidad la ruptura está más relacionada con el carácter “ambicioso” del empresario estadounidense y sus ganas de sacar provecho de la creciente popularidad de la artista, publica EOnline Latino.
“Desde que empezó su relación, Nick siempre ha tratado de exprimir al máximo la fama y la fortuna de Sofía con el objetivo de crear su propio imperio. Nick no dejaba de ser un político fracasado que inició su negocio en el mundo de la gastronomía [a través de la marca de condimentos Onion Crunch] porque sabía que el éxito televisivo de su pareja le ofrecía un gran colchón financiero. Han pasado casi tres años desde que se conocieron, pero parece que hasta ahora Sofía no se había dado cuenta de que Nick solo era un oportunista de gran ambición”, aseguró una fuente al diario New York Daily News.
Pese a las muchas aficiones compartidas -principalmente su amor por la comida- y la complicidad que ambos exhibían cada vez que se dejaban ver en público, la estrella televisiva y el hombre que ocupaba su corazón han protagonizado en los dos últimos años numerosos escándalos y desencuentros que, además de traspasar el ámbito de lo privado, han puesto de manifiesto profundas diferencias de carácter.
Tanto es así, que el colérico comportamiento que desplegó Nick Loeb durante una fiesta de año nuevo en 2012 -episodio que dejó a Sofía abochornada y abandonando el local con el vestido roto- y su afición a promocionar Onion Crunch en todo tipo de lujosas cenas de gala son solo dos ejemplos que explicarían algunas de las discusiones más acaloradas que ha tenido la pareja recientemente.
Pese a los quebraderos de cabeza que le daba su peculiar novio en público, la diva latina no dudaba en defenderle a toda costa cada vez que los medios de comunicación se hacían eco de algunos detalles sobre su “oscuro pasado”, tildando de burdas mentiras las especulaciones vinculadas a la supuesta adicción de Nick a la cocaína y al sexo grupal con varias prostitutas. De la misma forma, Sofía Vergara prefirió ignorar por completo a todos aquellos que -una vez anunciado su compromiso matrimonial- no dudaron en advertirle sobre los maquiavélicos planes de su prometido.
“No tiene ni idea de hasta qué punto Nick está intentando controlar su carrera y sus finanzas. Trata más a Sofía como a un cajero automático que como a su futura esposa. Y el problema es que Sofía es una mujer muy ingenua y pasional, está enamorada ciegamente y no se imagina las intenciones reales que esconde su prometido. Está a punto de cometer el mayor error de su vida”, explicaba una amiga anónima de Sofía al tabloide estadounidense National Enquirer, durante un período en el que la buena sintonía entre Sofía Vergara y Nick Loeb parecía lo suficientemente poderosa como para superar todo tipo de adversidades.