Este miércoles, la concejal metropolitano Gladys Castillo, Presidenta de la Comisión de Obras y Servicios Públicos así como miembro de la Dirección Nacional de Voluntad Popular, acompañó una protesta pacífica que hicieran ante el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación, ante la grave situación de escasez que existe en el país. NP
Castillo resaltó que el año pasado el Maduro celebró el reconocimiento de la FAO por el combate de la miseria, pero “ahora no dice que precisamente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura, ese organismo, está reconociendo que desde febrero del 2013 hasta ese mismo mes pero del 2014, coloca a Venezuela como primer lugar de los 18 países que tiene más elevado el precio de los alimentos, sobre Bolivia, Uruguay y Paraguay. Lo que ayer celebramos definitivamente hoy nos causa una gran pena y vergüenza. No es posible que una madre pase hasta cinco horas en cola para conseguir dos paquetes de harina”.
Asimismo, informó que introdujeron un documento donde exigieron al Ministro Felix Osorio aplicar políticas públicas más eficaces toda vez que existe un desabastecimiento del 30% de los rubros en la canasta básica “dentro de los cuales se encuentra o mejor dicho no se encuentra la leche, la harina, las compotas, entre otros. De acuerdo a los números suministrados por Cendas, se necesitan más de tres (3) salarios mínimos para poder llegar a obtener la canasta básica regular, es decir, esta por los diez mil bolívares para comer completo. Esto quiere decir que cada vez más se ve reducido el poder adquisitivo de los venezolanos frente al paquetazo hambreador que nos sigue suministrando el Gobierno Nacional, demostrando así su inexperiencia en desarrollar planes de estado para que el ciudadano pueda vivir bien”, aseveró.
Igualmente, la edil por la tolda naranja, denunció que pese a las regulaciones del Ejecutivo Nacional, no se han podido acceder a los productos alimentarios con esos precios, ya que “cuando vamos al mercado, los conseguimos con un 300% de sobreprecio y ante la escasez que existe ¿qué le queda al venezolano? Comprarlo. Por ejemplo, el caso del café de un kilo está regulado a 46 bolívares y una ama de casa que va para el mercado lo consigue hasta en 246 Bs, el caso del arroz que está regulado en 9 bolívares y en la calle se consigue es a 20 Bs y así sucesivamente pasa con todos los productos. Esto demuestra que el Gobierno está acabando con el bolsillo de los venezolanos por que la inflación acumulada va por 61 por ciento”.
Por último, la concejal metropolitano por VPA Gladys Castillo, exigió al Gobierno Nacional cesar el uso de “paños calientes” como política de estado y hacer un cambio radical en los planes alimentarios, un cambio de rumbo de los aspectos más profundos de la economía venezolana así como en la producción nacional, para que se garantice los bienes y servicios para los ciudadanos.