Fue una campaña de dos valientes mujeres y un pueblo digno contra todo el aparataje del Estado y dinero de la nación. Paralelamente compartimos el objetivo electoral de triunfar en San Cristóbal y San Diego, con el esfuerzo intenso que mantenemos por lograr la libertad de los alcaldes defenestrados y de cientos de venezolanos encarcelados de manera injusta y otros más perseguidos sólo por protestar. Y así el domingo 25, finalmente sucedió lo esperado: una abrumadora mayoría de venezolanos de estas dos ciudades respaldó los liderazgos emergentes de las esposas de Enzo y Daniel, y de manera contundente le propinaron sendas palizas a los candidatos de Maduro.
Por supuesto que no hubo ninguna sorpresa. En declaraciones de prensa, quien suscribe este artículo, lo vaticinó al igual que muchos. Lo que sí no nos atrevimos a especificar es que la cantidad de votos de las dos candidatas rebasarían los resultados del 8 de diciembre del 2013, donde ganaron sus esposos.
Analicemos un poco: en esos comicios Enzo Scarano capitalizó 29.665 votos y su esposa, ahora con una mayor abstención ante una cortísima campaña, logró 34.254 votos. En San Cristóbal fue la misma historia: Daniel Ceballos ganó en 2013 con 82.749 votos y su esposa Patricia lo superó con 89.272 también con menor participación electoral.
¿Qué nos dice esto? Primero, que los enchufados no contaron con que el pueblo está indignado por la jugarreta política cometida. Pero además, que el régimen ha sufrido un duro desgaste. Que la popularidad de Maduro ha descendido hasta el punto de que muchos chavistas (ojo no digo maduristas) decepcionados de que dilapide el legado de su fallecido líder, votaron contra las colas, contra la inseguridad, contra el desabastecimiento, contra el chip de la gasolina (en Táchira es un fracaso), contra la inflación, contra el desempleo, contra la ideologización de la educación, contra la corrupción y la boliburguesía contra la represión desmedida, contra los colectivos armados, contra la censura a los medios y contra todo el desastre de quien debería conducir el país sin chocarlo incesantemente por su impericia e incapacidad.
Es que ya este régimen no calza las expectativas de sus propios camaradas. El madurismo decepciona al chavismo. Eso, y las propuestas de continuidad de las obras emprendidas por Enzo Scarano y Daniel Ceballos, les cerró igualmente el paso y minimizó aún más a la cada vez menos popular gestión.
Por eso sé que serán gestiones exitosas las de las nuevas alcaldesas. Mis felicitaciones a estas dos dirigentes políticas, en especial a la zuliana Patricia de Ceballos, con quien tuve el honor de compartir tiempo en esta campaña, y a todo el bravío pueblo de San Cristóbal y San Diego que demostraron que se puede luchar y a la vez darle un duro revés electoral al madurismo que cada día se desvanece por sus constantes desaciertos. Seguiremos en la lucha por la libertad de todos los presos políticos. Seguiremos en la calle, protestando pacíficamente. En la calle, sin descanso, por una Mejor Venezuela.