En los hogares marabinos se siente la escasez de las carnes, pues, las amas de casa salen a comprar el rubro y no lo consiguen en las carnicerías, pues algunas también les hace falta la carne de res o en su mayoría tienen las santamarías abajo.
Se repite la escena del fin de semana. El domingo acudió al popular mercado. Las santamarías abajo alertaron del desabastecimiento. Pirela criticó que hay otros rubros de la canasta alimentaria que “están escasos y [los precios] por las nubes”.
Por otra parte, el mayor expendedor de carne de la ciudad se centra en el mercado Las Pulgas. Más de 80 carnicerías y establecimientos de mayoristas y distribuidores funcionan en el casco central de Maracaibo.
Eliu Sierra, carnicero y vocero del sector, alertó de que en menos de un mes cayó en 60 por ciento la colocación del producto. Además, los mataderos de Perijá están cerrados, luego de la fiscalización de la Sundde por presunto incumplimiento en los precios, que presionan la comercialización. Hasta la semana pasada el abastecimiento se calculó en 30 por ciento.
Dijo que hasta el viernes tienen inventarios. El despacho de inicio de semana aún no les llega. La semana pasada el abastecimiento bajó a siete reses. En el pasado eran 18 bovinos en canal que se refrigeraban para la semana de ventas. Desde los centros de matanza salió que el kilo trepó a 90 bolívares, precio sugerido para la venta al detal.
Sierra reclamó que mientras en las cadenas de supermercados reciben producto importado y son capaces de vender a precio regulado, los comercios quedan a la expectativa de los que imponen los centros de beneficio de vacunos. “¿Cómo vendemos a precio regulado con esos precios?”.
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