Simona Halep era antes de su operación de reducción de pecho, una tenista que no destacaba por su tenis, era de esos deportistas que su físico destacaba mucho más que su juego. Con una talla de pecho de 95 cm, en un cuerpo delgado, 60 kilos y una altura de 1,68 cm, su videos y galerías de imágenes estaban siempre centradas en su escote y movimientos al golpear la bola no por su juego y menos aún porque pudiera llegar a ser una número 1 del tenis mundial.
Halep, de 22 años, nunca había pasado de segunda ronda en París y con la victoria de este jueves se convierte en la primera rumana en alcanzar una final de Grand Slam desde que lo hiciera en Roland Garros-1980 su compatriota Virginia Ruzici, su actual entrenadora.
Halep, elegida en 2013 la jugadora con mayor progresión del circuito femenino (ha pasado del puesto 57 de la WTA al 4 en 13 meses), ha completado un excepcional camino en este Roland Garros, en el que llega a la final sin ceder ni siquiera un set (30 juegos en seis partidos).