El Miami Heat, vigente bicampeon de la NBA y San Antonio Spurs vuelven a medirse a partir de este jueves en las finales de la NBA, reeditando el duelo del año pasado que se saldó a favor de los de Miami en el séptimo partido, aunque con el factor cancha ahora a favor de la franquicia texana, y reuniendo de nuevo sobre la cancha a una constelación de estrellas como Lebron James, Tim Duncan, Dwayne Wade, Tony Parker, Chris Bosh y Manu Ginobili.
El vigente campeón, que afronta la cuarta final consecutiva, tiene por delante el reto de conquistar su tercer anillo sucesivo, objetivo que ninguna franquicia ha alcanzado desde que lo hicieran Los Ángeles Lakers de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant (2000-2002).
Sin embargo, el Miami Heat afrontará una dura batalla frente a un rival ávido de venganza, que perdió las finales del año pasado después de ir dominando por 3-2. Los dos últimos triunfos del Heat, arropados por su afición en el American Airlines Arena, provocaron que San Antonio perdiera por primera vez la batalla final por el anillo, después de adjudicarse las cuatro anteriores.
En esta ocasión, el factor cancha está del lado de los Spurs, que finalizaron la temporada regular como el mejor equipo de toda la NBA con un registro de 60 – 22, ocho triunfos más que su rival. Sin embargo, Miami, y especialmente LeBron “King” James, han despertado a la hora de la verdad.
Más peleada ha sido la trayectoria del San Antonio Spurs, que necesitaron el séptimo partido para eliminar en primera ronda al Dallas Mavericks, aunque luego superaron sin tantos apuros al Portland Trail Blazers (4-1) y Oklahoma City Thunder (4-2).