Según el presidente de la Cámara Inmobiliaria de la entidad, Héctor Gómez, la legislación en materia de arrendamiento inmobiliario es una especie de “expropiación indirecta” y su disposición a las imposiciones no ha hecho más que aniquilar el mercado de los alquileres en toda la nación, reseña El Periodiquito.
Desde la promulgación de la Ley para la regularización y control de los arrendamientos de vivienda en el año 2011, la oferta de espacios en alquiler en el estado Aragua y a escala nacional en general ha decaído notablemente.
Según el presidente de la Cámara Inmobiliaria de la entidad, Héctor Gómez, hoy la situación en materia de inmuebles para alquilar es crítica y la cifra no supera el 5% del parque habitual para arrendamiento. El fenómeno, de carácter multifactorial, refleja según la opinión del especialista que la legislación no ha hecho otra cosa que privar al propietario de colocar su inmueble en el mercado debido al escaso apoyo que plantea la legislación a la hora de recuperar el espacio.
En 2013, cifras emanadas por la Asociación de Propietarios de Inmuebles Urbanos (Apiur), revelaron que la oferta de inmuebles en alquiler había caído 70% con respecto a años anteriores y el pasado miércoles, tras una breve hojeada por la prensa regional, encontramos entre los clasificados una cifra que respalda lo planteado por Gómez y por la propia Apiur. Un total de 132 inmuebles ofrecidos para la venta, que contrastan notablemente con apenas una suma de 18 espacios ofrecidos para alquiler denotan la poca voluntad de la ciudadanía de ofertar las viviendas.
En medio de la conversación con Gómez, fue inevitable consultar quiénes resultan ser los más afectados por la escasa oferta de inmuebles para alquiler y la respuesta no fue muy alentadora. “Lamentablemente quienes sufren las consecuencias de toda esta situación son las parejas más jóvenes, quienes -en teoría- cuando comienzan un proyecto de vida en conjunto inician bajo un techo alquilado y con el tiempo van ahorrando para luego aspirar a adquirir una vivienda propia, pero las disposiciones de la legislación vigente en materia de arrendamiento han trastocado de forma drástica lo que otrora era costumbre.
Entonces surgió otra interrogante: ¿Están las parejas forzadas a vivir “arrimados” en casa de sus padres? Según Gómez, la respuesta es sí y la alternativa es esa, ya que hasta para construir vivienda, o el típico anexo, la situación se ha complicado. La escasez de materiales de construcción y la poca inversión en materia de desarrollo de proyectos habitacionales de índole privado para la clase trabajadora han mermado considerablemente en los últimos diez años, agregó.
Por otra parte, Gómez hizo mención al salario mínimo, al cual tildó de insuficiente y proyectó una situación hipotética de una pareja que gana salario mínimo. “¿Cómo hacen dos personas que apenas alcanzan un promedio cercano a los 10 mil Bs mensuales para pagar alquiler, mantener los gastos básicos y además ahorrar?”, planteó el especialista.
Gómez insistió en que la oferta de alquileres es prácticamente nula en relación a la década pasada y como consecuencia de tal hecho, existe una merma general del arrendamiento y las parejas jóvenes no tienen las mismas oportunidades. Por otra parte, la adquisición de vivienda propia se complica ya que los créditos bancarios son fracciones mínimas en relación al valor actual de una vivienda.
El vocero destacó que los elevados índices de inflación que han afectado a la nación en la última década han jugado un rol negativamente determinante a la hora de construir, lo que traduce en pocas palabras que “nadie va a comenzar un proyecto habitacional para perder a corto, mediano o largo plazo”.