A lo largo de los últimos días, han salido bajo medidas sustitutivas de la privativa de libertad o libertad plena, 50 de los manifestantes que se encontraban tras las rejas en distintas cárceles del pais, a raíz de las protestas ocurridas desde el mes de febrero. En Caracas fueron liberados los jóvenes Jhonny Hinojosa, Javier Monguilo y José Tabares, que quedaron en libertad plena. Joaquín Roca, J. Pico, Aliyer Pacheco, J. Piñate, Marcos Torres, Airam de Araujo y Betania Farrera, quedaron con régimen de presentación cada 30 días. Ellos habían sido detenidos el 26 de Abril, y su sitio de reclusión era para los varones Yare III y las mujeres en el INOF. También fueron liberados 8 menores de edad.
En el Estado Bolívar obtuvieron libertad condicional los 21 privados de libertad tras las protestas, entre ellos los jóvenes estudiantes Nelson Goitia, Roger Fernández, Denis Vargas, Karla Bello, Zoraima Rodríguez, Nicolás Suárez, Carlos Pinto, Abraham Tavira, José Herrera y Carlos Benítez. En el estado Aragua fueron liberados los jóvenes Ramon Vielma, Saúl Ortega, Douglas Villamizar, Luis Goyo, Antonio Almagro, Gabriel Robles, Luis Bandres, Jesús Carullo y Franklin López y en Táchira fueron liberados Wilson Varela y Thimoty Torres.
Por otro lado, a Alexander Tirado y Raúl Emilio Baduel le fueron ratificadas las privativas de libertad en la audiencia preliminar. Ambos fueron detenidos el viernes 21 de Marzo mientras realizaban una cadena humana en una protesta estudiantil en Maracay, estado Aragua. Su sitio de reclusión durante el juicio será el Centro Penitenciario Aragua Tocorón.
En la audiencia preliminar contra Leopoldo López, la juez 16 de control decidió luego de cuatro días de audiencia y 8 horas de espera para la decisión, que Leopoldo afronte el juicio, preso en la cárcel militar de Ramo Verde donde está recluido desde el 8 de Febrero, y que los jóvenes que comparten la causa, Christian Holdack y Marco Coello, continúen detenidos en la sede de Polichacao, mientras que Damián Martín y Ángel González enfrenten el juicio en libertad con medidas cautelares que le fueran otorgadas el mes pasado.
Unos salen, otros se quedan. El Foro Penal Venezolano ha registrado desde el 4 de Febrero hasta la fecha, el máximo histórico de 234 personas que han sido privadas de libertad en el marco de unas manifestaciones luego de haber sido presentadas en Tribunales. Al cierre de ésta columna 126 personas permanecen presas en distintos Centros de Reclusión. ¿Que pasará con ellos? ¿Qué los diferencia de quienes recibieron el derecho a ser juzgados en libertad? Debo recalcar que en los casos en los que se han ratificado la privativa de libertad no hay, según los abogados defensores, elementos de convicción para mantener a estas personas tras las rejas y muchos de ellos comparten el mismo patrón de delitos imputados.
La sociedad democrática venezolana tiene la obligación moral de exigir la libertad de jóvenes y adultos que hoy están presos por exigir sus derechos. Profesionales, amas de casa, trabajadores, estudiantes y líderes juveniles están tras las rejas recordándonos todos los dias que ellos estaban ejerciendo sus deberes ciudadanos cuando fueron reprimidos. Sería una vergüenza dejarlos solos y en el olvido, y seguir nuestras vidas en una burbuja de aire simulando que podemos vivir con “normalidad” mientras no reclamemos y nos convirtamos en súbditos de un gobierno arbitrario y déspota. Venezuela ha cambiado. Ahora, podríamos hablar de dos períodos históricos. El de Chávez y el que se está desarrollando actualmente con Maduro. Ambos períodos muy malos para los Derechos Humanos y la democracia venezolana que está sucumbiendo ante el despotismo. El venezolano decente no puede olvidar lo que ha sucedido estos últimos meses y que aún continúa sucediendo, quizás en menor grado, pero con la misma alevosía, perversidad e injusticia y que ha marcado la vida de miles de personas, tanto para aquellos que perdieron a sus seres queridos, como para los que han sido objeto de torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes, los que han conocido los calabozos policiales y las terribles cárceles, y los que ahora han comprendido que tanto en los organismos de seguridad del Estado como en las bandas armadas afectas al gobierno hay seres capaces de mucha maldad y perversidad.
Es obligatorio exigir una Amnistía General. No se puede pensar que el gobierno ha cedido de cierta manera ante las peticiones de la oposición y de los cancilleres de la UNASUR para el diálogo, porque han soltado a algunos estudiantes, mientras dos alcaldes, el líder de un partido político democrático, tres abogados y más de un centenar de personas se han sumado a la ya existente lista de presos políticos, miles de venezolanos tienen en estos momentos procedimientos penales abiertos y cientos de exiliados están esperando poder regresar a su país. Venezuela clama una paz justa.