Los damnificados por las inundaciones en Paraguay superan las 160.000 personas, un cómputo acrecentado por el agravamiento de la situación en Asunción, el área más castigada por el agua, donde hay 50.000 afectados por la crecida del río que da nombre al país, informaron hoy fuentes oficiales.
La Secretaría Nacional de Emergencia (SEN) confirmó este miércoles a Efe la cifra actual de damnificados en la capital paraguaya, que el martes se situaba en 45.000 personas.
La situación se ha tornado crítica en Asunción, por lo que varios concejales anunciaron que pedirán al presidente paraguayo, Horacio Cartes, que habilite todos los cuarteles de la ciudad para acoger a los afectados, algunos de los cuales ya están siendo usados para ese fin.
En la sesión de este miércoles de la Junta Municipal, el concejal Augusto Wagner expuso la falta de espacios capitalinos donde albergar a los desplazados, unido a las necesidades de agua potable y la ausencia de sanitarios.
Otro edil, Pablo Faccioli, expresó la dificultad de las autoridades municipales para lograr que los damnificados se queden en terrenos privados, ya que sus propietarios se oponen a ello ante el peligro de que esas personas no los abandonen en cuanto se normalice la situación.
Hasta la fecha, el Ejército ha facilitado en Asunción varias dependencias militares a algo más de un millar de personas, mientras que otros miles improvisan viviendas de madera y hojalata en zonas seguras o se alojan en casas de familiares.
Se trata en su mayoría de residentes del cinturón de pobreza existente a lo largo de la ribera asuncena del Paraguay, barrios donde el común denominador son casas precarias que se han visto anegadas por el agua.
Estela Parra, residente en el barrio de Tacumbú, próximo al río, declaró a Efe que las inundaciones han provocado el cierre de los muchos astilleros que operan en la zona y que dan trabajo a muchos de los residentes.
“Hay muchas fuentes de trabajo que están cerradas. Los astilleros tienen mucho personal. Cuando se cierran, cuántos se quedan sin trabajo”, dijo Parra, que aseguró que estas son las peores inundaciones en los últimos 18 años.
Por su parte, César Riveros, dueño de uno de esos astilleros cerrados, señaló que esa situación permanecerá hasta que no se restablezca el servicio de electricidad.
“Ayer se cortó la toma de energía y nos quedamos sin trabajo. Hay compromisos que cumplir con los dueños de los barcos y así no se puede seguir”, explicó a Efe Riveros.
Las inundaciones están también presentes en otros departamentos del país por donde transcurren el Paraguay y el Paraná.
Así, en el departamento de Ñeembucú, donde confluyen ambos ríos, hay unas 10.000 están afectados por la crecida, que se suman a las 43.000 que todavía no se han recuperado de las intensas lluvias caídas entre marzo y abril.
Y en el vecino departamento de Misiones, en cuya capital, Ayolas, se encuentra la represa de Yacyretá, 3.755 personas han abandonado sus hogares y se han establecido metros más arriba en construcciones temporales levantadas por sus propios medios, dijo a Efe Milda Jiménez, del Centro de Operaciones de Emergencia de esa ciudad.
Los técnicos de la represa de Yacyretá, compartida por Paraguay y Argentina, informaron este miércoles que el nivel del Paraná irá en ascenso desde los 5,32 metros alcanzados el martes, hasta los 5,95 metros de hoy y los 6,5 metros previstos para el jueves, según Jiménez.
Están pronosticadas precipitaciones de carácter moderado en el departamento de Misiones, donde se encuentra la represa, y donde hay cientos de familias afectadas.
El coordinador general de la SEN, Francisco Antonioli, anunció que la Secretaría trabaja en un plan de acción para aportar soluciones a los afectados de Asunción en los próximos 60 días.
El plan incluye la reubicación de los habitantes del barrio de la Chacarita, un vecindario establecido frente al río, en pleno centro de la ciudad.
Sin embargo, no se ofrecieron detalles sobre el número de personas ni de los lugares de la ciudad donde serán reinstaladas.
La SEN dijo que ha gastado 1.561 millones de guaraníes (unos 354.000 dólares) en asistir a los miles de damnificados capitalinos, a quienes se les ha proporcionado alimentos, colchones, mantas, toldos de plástico y láminas metálicas para proteger sus viviendas. EFE