Mientras numerosos futbolistas lucen tatuajes por razones puramente estéticas, otros las utilizan para lanzar mensajes o rendir homenajes a personas queridas sin arriesgarse a que les saquen una tarjeta amarilla. Es el caso de los cinco jugadores siguientes:
Sergio Ramos (España)
El defensa de la Roja y del Real Madrid, de 28 años, tiene casi tantos tatuajes en el cuerpo como títulos en su palmarés. Su bíceps izquierdo está dedicado a los muertos en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Se puede leer, en inglés, “presentes en la memoria de los vivos”. El andaluz también lleva una estrella de David en recuerdo de su amigo, el jugador del Sevilla, Antonio Puerta, que murió tras sufrir un desmayo a los 22 años en 2007 durante un partido. “Desde ese día, Antonio siempre ha estado conmigo”, dice Ramos.
Kevin-Prince Boateng (Ghana)
Superando a Ramos, el centrocampista del Schalke 04 tiene trece tatuajes. El “Ghetto Boy”, como él mismo se denomina, tiene un “Pain vs Love” (dolor contra amor) dibujado en el torso. Asegura que cada inscripción que posee tiene para él un valor sentimental. “Tengo África y Ghana por mi padre, el nombre de mi mujer y el de la ciudad donde vivo, Berlín. También tengo dos ‘jokers’, uno que ríe y otro que llora. Eso significa que después de las risas vienen los llantos”, explicó a un diario alemán.
Darjo Srna (Croacia)
El defensa y capitán croata, de 32 años, se tatuó sobre el corazón el nombre Igor, en honor a su hermano que sufre síndrome de Down. Le dedica todos sus goles y se ha vuelto muy popular al regalar a huérfanos cientos de entradas para los partidos de su club, el Shakhtar Donetsk. También lleva en el muslo un ciervo (srna en croata) en agradecimiento a los sacrificios hechos por sus padres. “No olvidaré nunca lo que sufrieron para encontrar dinero cuando estaba en Hajduk (Split)”, dijo al Guardian.
Antonio Valencia (Ecuador)
El extremo del Manchester United sufrió una terrible pérdida el pasado año cuando su amigo, el delantero ecuatoriano Christian Benítez, murió en un partido con su club catarí Al Jaish. Tras el drama, Valencia se hizo tatuar el apodo del difunto, “Chucho”, así como tres estrellas que representan su nacimiento, su muerte y su número de camiseta.
Ezequiel Lavezzi (Argentina)
Este jugador esconde sobre la cadera izquierda un tatuaje que representa a un genio del fútbol, Diego Maradona, representado en un tren divirtiéndose. El jugador del París SG no se cree, sin embargo, una encarnación de su ídolo. “Me gustaría que la gente deje de compararme con una leyenda. Nunca habrá más que un Maradona”, dijo. AFP