El bolsillo de los venezolanos se ha limitado hasta para los gastos cotidianos que se hacen durante los viajes. Tal es el caso de quienes usan el Aeropuerto Internacional Santiago Mariño, donde viajeros dejaron de invertir hasta en el embalaje de sus maletas, que hoy en día cuesta Bs 50. elsoldemargarita.com.ve / Glorimar Fernández
El monto estuvo a Bs 40 hasta enero y tras mantenerse en ese precio durante dos años consecutivos, fue aumentado en vista de las bajas ganancias percibidas. “Casi nadie embala sus maletas, los días que tenemos más o menos trabajo son los lunes, martes y domingos”, declaró Luis Díaz, supervisor de embalaje del terminal.
Viajeros que cargan productos frágiles en maletas o que temen que alguno de los objetos de valor que llevan se les extravíe, son los que más usan este mecanismo. Cajas de licor y otros productos delicados, también son envueltos en papel transparente.
“Viajo mucho por cuestiones de negocio y acostumbro solo a cargar una maleta pequeña en la que llevo material de trabajo y siempre embalo mis maletas para evitar momentos desagradables”, declaró Nicolás Lozada.
Mientras que Verne Rodríguez, opinó que “viajo con mi esposa y tres hijos, cada uno tiene su maleta y cancelar un embalaje, querría decir que nos quedamos sin plata para pagar el taxi, usamos un buen candado y tenemos buena fe”.
Sigue dolor de cabeza
La avería de cajeros automáticos es objeto de las principales críticas de viajeros por tercera semana consecutiva. De los seis que están dispuestos al público, solo el de Mercantil funcionó este viernes.
“Como el taxista me cobro un poco más de lo que esperaba, acordé con él que al llegar me bajaría al cajero a sacar el resto, pero luego de hacer una cola de ocho personas me conseguí con la pena más grande porque al salir, ya no estaba, supongo que se fue pensando que no le iba a cancelar completo”, relató Marcos Castillo, vecino de Porlamar que viajaría hacia Caracas.
Cuidado con piratas
Taxistas adscritos a las líneas de taxi que funcionan en el Santiago Mariño, hicieron llamado a turistas para que evitaran tomar carreras “piratas” en vista de que en la Isla, a diferencia de tierra firme, los informales cobran tarifas mucho más altas que quienes están organizados.