Hacer colas para comprar productos de la cesta básica venezolana, además de pañales y otros artículos a precio regulado tiene sus pro: ahorro, pero un contra que va desde el desgaste físico hasta gasto extra, por cuanto quienes madrugan y permanecen ocho horas esperando gastan un promedio de 300 bolívares. elsoldemargarita.com.ve / Marianela Peñate
Mientras avanza la cola o esperan el turno para entrar a algún establecimiento de la isla de Margarita, compran agua para hidratarse, y no desmayar ante el inclemente sol. Un litro de agua tiene precio de 10 y 15 bolívares, de acuerdo al revendedor. No obstante, no falta quien especule con los precios de bebidas energizantes o refrescos. A esto muchos consumidores suman la empanada, el refresco y hasta chuchería para “pasar el tiempo”.
Ayarit Marcano, quien madrugó el sábado para comprar leche, aceite y pañales en Makro, comentó que esa mañana fue un desastre, pues muchas personas tumbaron el portón, pero además se cayeron a golpes para poder entrar.
Marcano, quien vive en La Asunción, dijo que cuando tiene tiempo es que hace colas para comprar, de resto adquiere los productos de primera necesidad a precios un poco más elevados. “Esta situación es horrible, tenemos que hacer cola para todo. Parece que esta historia nunca acabará”.
María Machado dijo que primera y última vez que hacía cola para comprar algo a precio regulado. “Eso fue horrible, se pasa trabajo y horas en cola. Vine porque necesito pañales para mi hija. Prefiero pagar un poco más”.
Pero las colas no solo se observan en las redes de supermercados privados, sino en Mercal y Pdval. La gente igualmente tiene que madrugar si quiere conseguir todos los productos, en especial leche en polvo.
En las jornadas a cielo abierto también venden de forma limitada. Hay personas que luego de pasar horas en cola, no alcanzan a comprar uno de los rubros más buscados: leche en polvo. Hay quienes dicen que los condicionan para adquirir artículos.