Luego de un desborde policial (nunca visto para practicar una citación) y del allanamiento al recinto universitario, conversé con uno de los funcionarios a quien invité ingresar al despacho de la Secretaría pero se negó, recibí de él un papel sin especificación alguna con el título de citación.
Quiero hacer énfasis que ese presunto citatorio no menciona la causa ni tampoco en condición de qué me citan (testigo o imputado), por tal razón, en el eventual caso que se tratara de una citación la misma no reúne los requerimientos legales de contenido ni de forma que lógicamente la hace invalida desde el punto de vista penal. Pero como quiera, que existe la intención por parte del Sebin de “conversar” conmigo, he estado reflexionando sobre la pertinencia o no de acudir el día de mañana a las 10 am a las instalaciones de ese organismo político de seguridad para la respectiva entrevista. Muchos han sido los miembros de la comunidad universitaria y de la sociedad civil que me han pedido no acudir, porque esa “citación” es simple y llanamente una emboscada para detenerme. Que con solo pensar la manera como intentaron “citarme” hace presumir que no es precisamente en libertad que el régimen quiere verme.
Escuela de la responsabilidad
Ustedes no se imaginan la cantidad de mensajes que he recibido de amigos, profesores, exmagistrados de la Corte Suprema de Justicia, de funcionarios honestos con una trayectoria de más de 20 años al servicio bien sea de la Guardia Nacional y de otros organismos de seguridad, incluidos policías y empleados del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, en los que me aconsejan mantenerme en la clandestinidad y seguir la lucha, pues en el régimen subyace un morbo de detener a los adversarios incómodos, (que al parecer yo soy uno de ellos) en definitivas ellos dicen que libre soy más útil que tras las rejas.
Pero amigos, tengo mi conciencia tranquila, no he cometido ningún delito, sería un atropello indignante a los derechos humanos que me detuvieran, por esa razón he decidido acudir a menos que existan motivos de fuerza mayor que me indiquen lo contrario.
Últimamente he hablado mucho en primera persona en esta columna pero por razones del destino, los acontecimientos me empujan a volver a escribir del mismo modo.
Como profesor de Derecho, exdirector de la escuela de Derecho, exdecano de la Facultad de Ciencias jurídicas y Políticas de la Universidad de Carabobo y actualmente una de las cuatro autoridades de nuestra Alma Máter, debo reflexionar e invocar a Alejo Zuloaga, primer rector magnífico de nuestra querida Universidad de Carabobo quien nos enseñó que la “Universidad es la escuela de la responsabilidad”, mal pudiera dar un mal ejemplo aunque existan motivos de sobras para no asistir a la citación. Hemos visto como fabrican expedientes para enlodar la imagen de honestos ciudadanos. Por eso estoy dispuesto a acudir a la entrevista en el Sebin, siempre y cuando me garanticen mis derechos ciudadanos.
Las leyes y la libertad
A manera de advertencia y haciendo uso de mi condición de profesor de la materia (derecho penal y procesal penal), y para que mis alumnos y sociedad en general siempre lo tengan presente quiero ratificar lo que enseñamos en las aulas de clases: “en los procesos penales los ciudadanos tienen derecho a ser juzgados en libertad”. Eso está contemplado tanto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el Código Orgánico Procesal Penal así como también en tratados internacionales válidamente suscritos por nuestro país. Es decir, la regla es la libertad y la excepción la detención. El juez siempre debe tener en cuenta el principio garantista contemplado de nuestra Carta magna en el artículo 44.
En el supuesto de que el régimen intente crear, fabricar o inventar un expediente donde me coloquen como autor de un hecho punible, a la luz del derecho positivo, jamás debería ser juzgado tras las rejas.
La justicia y el silencio
Cuando los gobernantes recurren a la justicia para intentar silenciar las voces que le son molestas, sin lugar a dudas son demostraciones de debilidad, y si no es así, por lo menos, es una manifestación de intolerancia.
También debo afirmar que no es democrático aquel régimen que utiliza los órganos policiales para perseguir la disidencia ni mucho menos lo sería, aquellos que tienen a su merced a los tribunales o al Ministerio Público que obedecerían cualquier orden por muy inconstitucional que ella sea, pero sin embargo las llevan a cabo para encarcelar a los personeros de la oposición. Cuando estamos en presencia de un sistema de gobierno con esas características sin ninguna duda con claridad lo decimos: no es una democracia lo que rige al país, sino una tiranía.
Secretaría UC
Como les dije, hoy soy el Secretario de la Universidad de Carabobo. Siendo el despacho a mi cargo un ente imprescindible para el funcionamiento de la Universidad, ya que se encarga de todos y cada uno de los asuntos administrativos vinculados a la vida universitaria, como por ejemplo; tramitar, informar y publicar las decisiones emanadas del Consejo Universitario y su Comisión Delegada, sin lo cual, es técnica y jurídicamente imposible ejecutar los actos administrativos que han sido acordados por la Máxima Instancia. Asimismo resguarda, y custodia del acervo histórico de la institución, y lleva su archivo general.
De igual forma la Secretaría, juega un rol fundamental en la vida del estudiante, ya que ejerce funciones en el área de admisión y egreso estudiantil, en orientación y reorientación vocacional, encargada además de los actos administrativos de estudiantes regulares, así como la coordinación y planificación del conferimiento de títulos profesionales a los graduandos.
Actualmente, la Secretaría, y sus dependencias adscritas (Unidad de Archivo, Publicaciones, Oficina del Cronista, Comisión de Defensa de los Derechos Ciudadanos sede Valencia y Aragua, y la Oficina de la Secretaría Núcleo Aragua), incluyendo la Dirección General de Asuntos Estudiantiles (Digae) reúne 85 trabajadores entre empleados, obreros, docentes y becas que prestan sus servicios a dicha entidad.
Hemos sido activos en eventos de extensión con el Programa Regional de Información y Orientación Vocacional, llegamos a todas las comunidades del área de influencia de la UC para dictar talleres a los estudiantes de los últimos años de bachillerato para que al momento de seleccionar la carrera a estudiar lo hagan cumpliendo con un perfil vocacional. Eso ha dado muchos logros para la institución y para el país.
Una de las direcciones de mayor movimiento y vitalidad para la Universidad es la Dirección General de Asuntos Estudiantiles. En cuanto a la Dirección General de Asuntos Estudiantiles (Digae) encargada de emitir certificaciones, legalizaciones, preparar los actos de grado, coordinación de pruebas internas, resguardar documentación de los estudiantes regulares de la Universidad de Carabobo, así como de los egresados desde la reapertura de la institución.
Quiero decirles que desde el inicio de nuestra gestión en el año 2009 hasta Junio 2014 se ha emitido los siguientes documentos: Certificaciones 120.897, Legalizaciones: 20.130.
Más de 26.650 títulos profesionales, teniendo previsto para este año 2014 la graduación de 6.700 graduandos dado el arduo trabajo realizado desde la Dirección General de Asuntos Estudiantiles (Digae).
También a través de la Comisión de Defensa de los Derechos Ciudadanos (Coddeciuc), unidad adscrita al despacho del Secretario y del cual soy su director ejecutivo, se ha promovido la asesoría, y la defensa jurídica de la comunidad universitaria y en general, contribuyendo mediante talleres, charlas a la enseñanza y al respeto de los derechos humanos fundamentales que le corresponden a los ciudadanos en general.
Quise hacer este apretado resumen de mis actividades como Secretario, solo para demostrar que día y noche trabajamos no solo por el país sino que también lo hacemos por nuestra UC.
Amigos universitarios, sociedad en general, querer detenerme con argumentos falaces, injustos, antijurídicos y antidemocráticos, no solo es hacerme un daño en lo personal sino que también se estaría atentando contra la institución; esto es si por la vía de la fuerza se concreta la pretensión del gobierno regional de despojar a la Universidad de Carabobo de una de sus autoridades.
@pabloaure