Para las autoridades y afiliados de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes (Canidra), lo que sucedió durante los últimos 60 días después de la reunión en Miraflores con los empresarios, a solicitud del propio Gobierno, fue un diálogo sin resultados.
A través de un comunicado Canidra dice que se debe institucionalmente a sus afiliados, gremialmente a la obligación de contribuir a dinamizar el comercio de repuestos para automóviles y el funcionamiento de las empresas comercializadoras, como a la economía venezolana en general, hoy deplora que, una vez más, los esfuerzos acometidos por hombres y mujeres de negocios y funcionarios sensibilizados por su motivación de servirle también a Venezuela, parecieran estar terminando sin pena ni gloria”.
Para Canidra, preocupa que desde hace ya poco menos de un mes las reuniones desaparecieran, los contactos entre funcionarios, dirigentes y empresarios no se han seguido produciendo, y las propuestas de soluciones a los problemas que impiden un abastecimiento de autopartes, sencillamente, parecieran haberse convertido en simples ideas para el archivo o, quizás, para su resurrección cuando las circunstancias así lo demanden.
Estiman que lo poco que se avanzó, fue un avance tímido, de poca fuerza y sin expectativas de prolongación y sustentabilidad, más allá de un simple calentamiento efectista. Es decir, a lo que la Cámara siempre se negó, cuando alzó su voz en las reuniones y llamó la atención sobre la inconveniencia de reincidir en el episodio de mayo del año pasado, se está repitiendo. Y se repite mientras, paradójicamente, las autoridades que ayer se comprometieron a construir entendimiento y confianza a partir de sus decisiones, son las mismas que hoy promueven inspecciones, fiscalizaciones y sanciones a comercializadores de autopartes en todo el país.
Lo hacen con base en los propósitos de la Ley de Precios Justos, pero sin llevar a cabo lo correspondiente para que la industria venezolana produzca una mayor cantidad y variedad de autopartes, los importadores puedan recuperar sus líneas de crédito a nivel internacional para abastecer los anaqueles, y los propietarios de vehículos superen su sometimiento obligado al calvario de adquirir el repuesto que haga posible el funcionamiento de su carro.
Aseguran que la escasez de autopartes en Venezuela es una verdad que conocen, por igual, autoridades, empresarios y consumidores. “Y es un serio, grave y exigente problema que obliga a convertir el entendimiento entre las partes, en una alternativa para avanzar. ¿Por qué desistir de esa alternativa propia de los países en construcción y con sociedades amantes del trabajo hermanado?. Canidra siempre estará dispuesta a acudir al sitio y hora que se fije, para continuar aportando lo que deba aportar”.
Nota de prensa