Un grupo de fánaticos llevó un mega balón inflable al estadio Nacional de Brasilia, soltaron la pelota y ésta cayó en pleno partido entre Colombia y Costa de Marfil, interrumpiendo por momentos el juego en el primer tiempo.
Cuando el jugador colombiano James Rodríguez vió esta mega pelota en la cancha intentó desinflar el balón, para que no siguiera interrumpiendo.