Carlos Castro abrazó a su madre y lloró después de que el locutor le nombrada Miss Gay Nicaragua 2014. Fue la culminación de un montón de trabajo para este joven de 19 años, estudiante de agronomía y también el comienzo de mucho más por hacer.
Castro, conocido como Amerika Ithzell Korkobas Berdrinadxy, ahora visitará varias provincias de la nación centroamericana en el papel de la señorita Gay Nicaragua con el objetivo de crear conciencia social sobre la diversidad sexual y la identidad de género y ayudar a combatir la discriminación. “Estoy feliz, emocionadísimo, y muy satisfecho porque el trabajo no fue fácil. Hubo meses de pasarela, sesiones de maquillaje para ayudarnos a mí y a otras reinas de belleza a lucir lo mejor posible”, dijo Castro, quien ganó el concurso con un vestido color púrpura brillante decorado con cuentas y pedrería. “Creo que a los jueces les gustó mi carisma y mi humildad, y que yo soy el rey en la pista.”
Para competir en el certamen de belleza, decenas de concursantes desfilaron la pasada semana por el escenario del auditorio de un hotel en Managua con exuberantes vestidos tradicionales, trajes de noche adornados con lentejuelas y plumas y ropa de baño*.
Castro, que representó a la provincia de León, recibió una tiara valorada en 2000 dólares (1400 euros) un premio en efectivo de 5000 dólares (3600 euros) y la oportunidad de viajar a Tailandia como el representante de Nicaragua en Miss Queen International.
Durante los seis meses anteriores al certamen, los concursantes asistieron a talleres sobre diversidad sexual y enfermedades de transmisión sexual como el VIH. También visitaron las personas que viven con el VIH, y ayudaron a jóvenes víctimas de discriminación, a quienes compraron láminas de metal corrugado para mejorar sus viviendas y alimentos.
“El evento es importante para crear conciencia en la sociedad, para que las personas que son sexualmente diversas sepan mantenerse unidas y para que las niñas comienzen enriquecer su identidad de género”, dijo el organizador de Miss Gay Nicaragua, Julio Sánchez. “Es también una manera de luchar contra la homofobia”. AP