Mujica: La Fifa son una manga de viejos hijos de puta

Mujica: La Fifa son una manga de viejos hijos de puta

(Foto Reuters)
(Foto Reuters)

El presidente uruguayo, José Mujica, sostuvo que la FIFA está conformada por una cantidad de “viejos hijos de puta”, en declaraciones realizadas en la noche del domingo a la televisión local mientras recibía en Montevideo a la selección charrúa eliminada en octavos de final del Mundial Brasil-2014, reseña AFP.

“La FIFA son una manga (cantidad, ndlr) de viejos hijos de puta”, dijo el mandatario al programa “La Hora de los Deportes” del canal estatal, e inmediatamente llevó sus manos a la boca. Sin embargo, cuando el periodista le preguntó si podía publicar sus declaraciones Mujica respondió, encogiéndose de hombros: “publicalo, por mí”.

“Podían haber sancionado, pero no sanciones fascistas”, añadió el exguerrillero, conocido por su estilo directo y campechano, en alusión a la sanción que el máximo organismop rector del fútbol mundial impuso al goleador uruguayo Luis Suárez.

Acompañado por su esposa y senadora, Lucía Topolansky, Mujica saludó al plantel uruguayo minutos después de su llegada al país. Al ser consultada sobre la polémica frase de su esposo Topolansky señaló entre risas: “Me adhiero a las palabras del presidente”.

El delantero del Liverpool fue sancionado por morder al defensa italiano Giorgio Chiellini con 9 partidos de suspensión con su selección y cuatro meses de cualquier actividad relacionada con el fútbol.

Sin Suárez, Uruguay cayó el sábado ante Colombia por 2-0 en el choque por octavos de final del Mundial Brasil-2014.

La decisión de la FIFA sobre Suárez, goleador histórico de Uruguay y de la Premier League, cayó como una bomba en el país sudamericano que se encolumnó en defensa del futbolista.

Suárez -que fue sancionado por tercera vez por morder a un rival- debió abandonar la concentración celeste en Brasil, por decisión de la FIFA, y a su llegada a Uruguay en la madrugada del viernes fue recibido por el mandatario.

– Respaldo y críticas –

El vicepresidente Danilo Astori respaldó el lunes las afirmaciones de Mujica. Interrogado por la AFP en París –donde asiste a un Foro América Latina y el Caribe–, Astori sostuvo: “Comparto sus declaraciones. La decisión de la FIFA sobre Suárez es una vergüenza, una vergüenza por muchas razones”.

Añadió que la FIFA ha violado “el derecho a la igualdad” y ha hecho una “demostración casi obscena de poder de los más fuertes sobre los más débiles”.

En el país, en tanto, la oposición política cuestionó el lenguaje utilizado por el mandatario.

“Discrepamos con la FIFA; actúa con criterio fascista y sanciona sin respetar DDHH de las personas. Pero un presidente no puede insultar así”, señaló en Twitter el senador del Partido Nacional y excanciller Sergio Abreu.

En el Partido Colorado, el senador Ope Pasquet ironizó: “Otra contribución del presidente a la calidad del debate público”.

En las redes, los uruguayos se dividían entre el cuestionamiento al “exabrupto” de Mujica, el respaldo a sus dichos y las bromas: pocas horas después de las afirmaciones sus polémicas frases ya fueron musicalizadas a ritmo de cumbia en la canción “Los de la FIFA son una manga”.

– Mujica no se muerde la lengua –

Lejos de sorprender, la reacción de Mujica es fiel a su personalidad, que desde antes de su llegada al poder en 2010 cautivó a propios y extraños. Su estilo de vida modesto que le ha valido ser conocido como el presidente “más pobre del mundo” y su impulso a la regulación del mercado de marihuana lo han puesto en los primeros planos de la opinión pública mundial.

Con un pasado de guerrillero que lo llevó a estar encarcelado y sometido a un trato inhumano durante casi 14 años, Mujica se ha metido en problemas una y otra vez por decir frases fuera de la diplomacia.

Uno de los episodios más recordados fue cuando en 2013 llamó “tuerto” al fallecido presidente argentino Néstor Kirchner y “vieja” a su esposa Cristina.

“Esta vieja es peor que el tuerto”, soltó Mujica durante una aparición pública cuando pensó que los micrófonos estaban cerrados. La frase provocó un cruce binacional que empeoró las ya deterioradas relaciones entre Buenos Aires y Montevideo.

AFP

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