Con Ley Seca en muchas ciudades, despliegues policiales y hasta prohibición de venta de harina o espuma, Colombia se blinda para que millones de hinchas disfruten sin violencia este viernes del partido de su selección ante Brasil por los cuartos de final del Mundial.
Funcionarios públicos de todo el país, así como miles de empleados de empresas que –como el gobierno nacional– decidieron dar la tarde libre a sus trabajadores, podrán disfrutar del partido en pantallas gigantes en Bogotá y otras partes de Colombia, aunque con restricciones para evitar episodios de violencia que han ocurrido en la celebración de los partidos anteriores.
La euforia es enorme en Colombia, cuya selección llegó por primera vez a los cuartos de final de un Mundial de fútbol tras ganarle a Uruguay 2-0 el pasado sábado, y de partido en partido cada vez más personas salen a las calles con las camisetas de la selección.
“Podemos ganarle a Brasil, por primera vez podemos llegar muy lejos en un Mundial. No hay que perdérselo”, dijo a la AFP Camilo Prieto, un joven estudiante de 21 años que compraba una camiseta para su novia, pues él asegura que ya la tiene en los dos colores: la amarilla tradicional y la roja de visitante.
Por la Ley Seca, Prieto se reunirá en una casa junto a sus amigos para ver el partido, en vez de acudir a algún bar.
Las autoridades de Bogotá y de muchas otras ciudades prohibieron la venta de alcohol para evitar que ciudadanos borrachos protagonicen riñas y episodios de violencia, que en los primeros partidos de Colombia en Brasil-2014 incluso se saldaron con varios muertos.
Solo el sábado pasado, en la celebración de la victoria ante Uruguay, la policía registró 3.261 riñas y 34 personas heridas en el país, incluso con las restricciones.
Así, en la capital y en otras partes del país se desplegaron miles de policías y se prohibió la venta callejera de harina o espuma, productos usados para celebrar por los hinchas y que según las autoridades ocasionan riñas cuando son lanzadas sobre personas que no participan del festejo.
Aunque ciudades de Colombia como Medellín (noroeste), se libraron de la Ley Seca por el buen comportamiento de sus ciudadanos, en otras localidades se restringió además la circulación de motocicletas, las caravanas de vehículos para celebrar o se decretó un toque de queda nocturno para menores de edad.
– Chocolate en vez de alcohol –
Contrario a los empleados públicos, que saltan de felicidad por tener la tarde libre para disfrutar del juego ante Brasil –a partir de las 15H00 locales (20H00 GMT)–, los dueños de bares y restaurantes no esconden sus caras largas ante las restricciones, que al menos en Bogotá se han repetido desde el segundo partido de Colombia en la fase de grupos ante Costa de Marfil.
“El Mundial no ha sido para nosotros, el Mundial ha sido para los vendedores ambulantes. Nosotros tenemos pérdidas de 80%, porque remodelamos el local para el Mundial, compramos comidas, bebidas y contratamos personal extra para venir a atender a muy poca gente”, dijo a la AFP Gustavo Díaz, empresario argentino y dueño de un bar en una popular zona de fiesta del norte de Bogotá.
“El colombiano no quiere celebrar sin alcohol y como solo podemos ofrecer jugos o gaseosas en los juegos de Colombia, pues prefieren ver el partido en casa o salir de la ciudad”, añadió Díaz, quien apunta a una final entre Colombia y Argentina, e instaló en su local 16 pantallas de televisión.
A pocas cuadras de este bar, en una plazoleta, quienes sí venden son los comerciantes informales. Bajo sombrillas de colores, madres compran a sus hijos ‘vuvuzelas’ con el tricolor colombiano o chalecos infantiles de la selección, para estar en onda y a la vez hacer frente al frío bogotano.
Mientras que para olvidar la Ley Seca, la Federación de Cacaoteros instó a los colombianos a disfrutar del partido en familia y con una buena taza del tradicional chocolate caliente. AFP