Desde hace más de dos meses Ingrid de Zambrano le montó una “cacería” a los pasajes a Estados Unidos. Su hijo debe estar en Texas a más tardar el 11 de agosto. En una universidad local cursará estudios de Comercio Internacional. Ya está todo arreglado, solo falta el pasaje, requisito indispensable para, además, hacer los trámites de Cadivi. Irse por otro país, como Aruba o Colombia, no les sirve para los trámites bancarios. El tiempo se le agota. Ayer fue de nuevo a la agencia de viajes, “confía en encontrar una solución”, reseña La Verdad.
El caso de su hijo no es el único, así también están muchos estudiantes más, deportistas, empresarios y cualquier venezolano que quiera disfrutar de sus vacaciones fuera del país. Y es que Venezuela está “bloqueada internacionalmente”, según afirmó Tito Villalobos, gerente de la agencia de viajes Tito Tour. La oferta de pasajes en bolívares es nula en el país. “No se consigue nada en ninguna parte”.
A su juicio, la problemática no es el convenio cambiario o si los pasajes se fijan a tasa Sicad I o II. Mientras no se concrete el pago de la deuda que el Gobierno mantiene con las aerolíneas internacionales, que supera los tres mil millones de bolívares, no habrá disponibilidad de asientos para los viajeros, “sea a la tasa que sea”. El Ejecutivo anunció el pasado miércoles que no se aplicará la tasa Sicad II “hasta nuevo aviso”, por lo que exhortó a las empresas a “sincerar” los costos de los boletos a la tasa de Sicad I.
El panorama “sigue negro”. Solo las líneas nacionales ofertan algunos asientos hacia Aruba, Santo Domingo y Panamá. Sin embargo, adquirir un boleto a Estados Unidos es posible, pero se debe comprar en dólares, bien sea en efectivo o con tarjeta americana. Un pasaje Maracaibo-Miami-Maracaibo cuesta en promedio mil 370 dólares. Santa Bárbara tiene ruta al estado americano con un boleto que supera los 30 mil bolívares con salida desde Caracas, pero está colapsado. Lo mismo sucede con Avior, que vende el pasaje sobre los 40 mil bolívares. “Todo el país está volcado a esas dos líneas, pero no dan abasto. Están colapsadas. La gente está desesperada por salir”.
Si su destino es algún país de Europa, la situación es aún más difícil. “Hay muchas líneas que ni siquiera por página web venden en dólares; sería una suerte conseguir. Hay líneas que ofertan y otras que no, ya que no saben si seguirán operando en el país”. Un joven esperaba en cola para ser atendido. Tenía dos mil 300 dólares en efectivo en el bolsillo para pagar su boleto a Madrid. El próximo mes inicia un postgrado en una universidad española. “No tuve otro remedio que comprarlo en dólares, pero el gasto fue increíble”.