Se acercan las vacaciones y quienes desean y tienen la disponibilidad económica de disfrutarlas en algún destino internacional se ven obligados a viajar al lugar a donde haya pasajes aéreos, si los consiguen, reseña La Verdad.
En el pasado quedó la costumbre de viajeros de reservar boletos aéreos, hospedaje, excursiones y entradas de parques hasta con un año de anticipación.
“En este momento, la gente no viaja cuando quiere ni para donde quiere, sino cuando haya pasajes y para el destino que haya disponibilidad”, sentencia Elvis Luzardo, agente de reservaciones de Fakino Turismo, en Maracaibo.
Conseguir tiques aéreos para sus clientes constituye una odisea de los agentes de viajes. “Las aerolíneas mantienen bloqueados los cupos y solo liberan de 20 a 30 por día, para cubrir sus operaciones”, asegura Luzardo.
“Para vacaciones solo pueden conseguirse boletos para Aruba, Curazao y para Panamá —desde el viernes, cuando el Gobierno reactivó el cupo de divisas—, que generalmente las agencias de viajes los compramos a los mayoristas de turismo, que los bloquean para ofrecerlos como paquetes, con hospedaje incluido”, indica Néstor Zambrano, gerente de la agencia Venezur, también en la capital zuliana.
Andrea Petit, agente de viajes de World Travel, confiesa que el desbloqueo de los cupos a veces dura escasos 15 minutos, aunque puede permanecer por un día, para más de 600 agencias que hay en el país. Esto constituye una fuerte cacería entre ellas.
Se suma que “no hay promociones de ningún tipo y todos los boletos, incluidos los de los menores y la tercera edad, se consiguen al mismo precio, sin descuentos”, agrega Luzardo.
Es que “las tarifas están demasiado costosas, se ofrecen pasajes de Maracaibo a Miami, por ejemplo, hasta en 2.800 dólares”, revela Alberto González, gerente de Contrataciones Turísticas, igualmente en Maracaibo.
“Todas las aerolíneas, incluso las venezolanas con rutas al exterior, están vendiendo las tarifas más altas, aunque a Sicad I (Sistema Complementario de Administración de Divisas) y no a Sicad II, para no generar pérdidas y no aumentar la deuda que tiene el Gobierno con ellas”, apunta Luzardo.