El sismo, que ocurrió a una profundidad de 9,4 kilómetros, causó graves daños en algunas localidades del estado oriental y las mayores afectaciones se evidenciaron en las poblaciones de Cariaco y Cumaná.
El sismo ocasionó la muerte de más de 70 personas y fue originado por una ruptura que se produjo en el segmento de la Falla de El Pilar.
El Terremoto de Cariaco causó el derrumbe total o parcial de algunas edificaciones como las Residencias Miramar, en Cumaná, así como el liceo Raimundo Martínez Centeno y la escuela Valentín Valiente, en Cariaco, refiere un boletín de prensa.
Memorias sobre el incidente
Sobre ese evento telúrico, José Antonio Rodríguez, jefe de Ciencias de la Tierra de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), recordó: “Estábamos en los preparativos para el 25 aniversario de Funvisis cuando ocurrió el terremoto. En mi casa, en Caracas, también lo sintieron. Inmediatamente se declaró la emergencia en la fundación y se prepararon comisiones para salir a instalar estaciones portátiles en el estado Sucre”.
Según Rodríguez, el terremoto de Cariaco fue “la segunda ruptura de falla existente en Venezuela. Se observó en superficie en unos 20 kilómetros. Las personas en Cariaco comentaron que una grieta, que se veía en el suelo, atravesaba los ranchitos”.
Por su parte, Franck Audemard, geólogo, relató que “el día del terremoto yo venía subiendo la cuesta de Funvisis y cuando cruzo el portón escucho la algarabía. De inmediato fuimos reunidos en la sala de presidencia para tomar postura y se cuadraron los grupos de trabajo (…) salimos a la mañana siguiente”.
“Lo primero que visitamos fue el edificio Miramar, lo vimos totalmente en el suelo, fue verdaderamente impactante, sentí impotencia y dolor (..). Los primeros salvamentos lo realizaron los mismos vecinos del sector”, recordó.
Audemard también comentó que “los locales (personas) nos llevaron donde estaba la ruptura del sismo (…). Así fue que hicimos el levantamiento cartográfico”.
Entretanto, Herbert Rendón, sismólogo, recordó: “Sentí rápidamente un ambiente de colaboración e integración entre los diferentes colegas de la fundación. Fue impresionante como una vez que ocurre el sismo, rápidamente todo el mundo se puso a disposición y armamos los equipos de trabajo para salir de campo (…). Pasamos varios días continuos en Funvisis, dormíamos acá, porque no sólo fue el terremoto sino las réplicas”.
“Para ese entonces era la primera vez que Funvisis experimentaba un sismo de tal magnitud”, añadió Rendón.
Como curiosidad de los hechos ocurridos ese año, Rendón explicó que los equipos de registro sísmico de Funvisis de la época quedaron saturados: “Podíamos decir dónde ocurrió, pero no podíamos decir de qué magnitud”, posteriormente, con el apoyo de otros servicios sismológicos fue calculada la magnitud del evento telúrico.
Rememoró que cuando fue a Cumaná había una creencia en la población sucrense que aseguraba que la causa de los terremotos “era una culebra bajo tierra, que se movía de extremo a extremo en el estado Sucre”.
Con información de AVN