Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) “buscará un préstamo bancario para pagar 3 mil millones de dólares de la deuda de 2014”, según un informe a principios de junio de este año de la División de Investigación y Estrategia de BancTrust Servicios Financieros Limited (firma miembro de BancTrust & Co.).
Desde noviembre de 2013, la deuda total de PDVSA aumentó 53,6%, de 46.6 mil millones de dólares a 71.6. Respecto a por qué PDVSA pagará parte de su deuda a través de un préstamo, se debe a que “la renta petrolera y las reservas de petróleo dan una buena oportunidad para apalancarse, ya que la garantía de pago existe por la tenencia del recurso que se explota, en este caso petróleo, y Venezuela tiene las mayores reservas a nivel mundial”, según explica uno de los redactores del informe, Guillermo Quiroga.
Las desventajas para el sector privado
Según la División de Investigación y Estrategia de BancTrust Servicios Financieros, “el lado desagradable de la historia es tomado por el sector privado y sus respectivos proveedores”. Esto se debe a que no se han cumplido las promesas de pago de “la deuda no financiera de la extinta Cadivi a empresas importadoras y transnacionales”.
A pesar de que el Gobierno se ha comprometido a iniciar los pagos, BancTrust asegura que “las promesas hacen deudas y las deudas hacen promesas, en el ciclo de negociación de la República Bolivariana”.
Según estimaciones de empresas consultoras privadas, la deuda no financiera total del Gobierno (la deuda de Cadivi) alcanza los 25 mil millones de dólares, cantidad superior a las actuales reservas nacionales del Banco Central de Venezuela (BCV) en 22 mil millones de dólares.
Esto lo interpretan los investigadores como una estrategia del Gabinete Económico para tener la ventaja en su negociación con los locales, cosa que no aplica para las condiciones de la deuda externa. Los expertos explican que el Gobierno mantiene los retrasos de sus pagos a los locales bajo el uso de la normativa vigente, con amenazas de intervenciones tácticas como elemento disuasorio, con el fin de mantenerlos en reposo.
Ocultando cifras
El BCV mantiene la incertidumbre con un retraso en las publicaciones periódicas de la inflación y los índices de escasez para evitar que la oposición emplee estas cifras con objetivos políticos que exacerben las protestas en las calles. Sin embargo, es difícil ocultar la realidad cuando se es un país con una de las mayores inflaciones a nivel mundial y con un índice de escasez preocupante, según afirman los investigadores.
Concluyen asegurando que estos retrasos no hacen más que disminuir la credibilidad del Gabinete Económico, además de continuar siendo uno de los fundamentos de las manifestaciones en todo el país.
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