La justicia brasileña multó al gobierno federal, al regulador aéreo, a la empresa administradora de aeropuertos y a seis aerolíneas por el denominado caos aéreo de 2006, y deberán pagar solidariamente unos 4,5 millones de dólares.
Según informó el la justicia federal de Sao Paulo, los multados son la Unión Federal (persona jurídica del gobierno federal de Brasil), la Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero), la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) y las compañías BRA, Ocean Air (actual Avianca Brasil), Pantanal (ahora de propiedad de TAM), TAM, Total y VRG (controladora de Gol).
“La multa será destinada a un fondo de reparación de los daños causados a la sociedad”, dijo el tribunal en una nota de prensa publicada en su página de internet.
De acuerdo con el organismo de defensa al consumidor, autor de la denuncia, desde fines de octubre de 2006 los consumidores sufrieron con la crisis que se instaló en el tráfico aéreo brasileño, “con tiempos de espera en el embarque de hasta 15 horas el 2 de noviembre”.
Durante ese lapso no se ofreció a “los pasajeros informaciones o ayuda básica como agua y alimentos, con muchos de ellos durmiendo en el piso y en sillas” en las terminales aéreas, dijo la justicia federal. Hubo incidentes en el sector hasta marzo de 2007.
El 27 de octubre de 2006 controladores aéreos brasileños protestaron en demanda de mejoras en sus condiciones de trabajo, generando atrasos en una serie de vuelos, lo que rebasó los aeropuertos y dejó a pasajeros sin informaciones. Todo esto se mezcló con obras en los aeropuertos, malas condiciones climáticas, mantenimiento de aeronaves y problemas en los sistemas de control.
Estos hechos ocurrieron un mes después de un choque en el aire entre una aeronave de Gol, que iba de Manaus a Rio, con un jet Legacy, que causó la muerte de 154 personas. Según medios locales, investigaciones de la época mencionaban problemas en el control de tráfico aéreo. AFP