Johnny Winter, una de las leyendas vivas del “blues” estadounidense, murió hoy en Zúrich, donde residía, a los 70 años, según confirmaron fuentes de su entorno.
La noticia la dio a primera hora de la mañana Jenda Derringer, esposa de Rick Derringer, que durante años formó parte de la banda de Winter.
El primer medio en publicar el deceso fue American Blues Scene, quien incluyó un comentario de Jenda Derringer en el que confirmaba que el estado de salud del músico era precario.
Cantante, guitarrista y productor, Winter era conocido y respetado por haber sabido combinar el “rock-blues” británico con el “rock-blues” de Estados Unidos.
Nacido en Beaumont, Texas, logró ser uno de “los indispensables” del “blues” en los años setenta y ochenta, junto a otros “grandes” como Muddy Waters o John Lee Hooker, con los que colaboró en repetidas ocasiones.
Winter fue nominado siete veces a los premios Grammy, pero nunca lo logró en solitario, aunque sí consiguió tres galardones como productor de Waters.
No obstante, la revista Rolling Stones lo sitúa en la posición 63 entre los mejores guitarristas de todos los tiempos.
En una de sus últimas entrevistas concedidas al sitio web JournalStar.com el mes pasado, Winter dijo: “A los 12 años ya sabía que quería ser músico. El ‘blues’ es pura emoción y sentimiento; si no tienes eso, nunca serás bueno”.
Su profundo conocimiento de la música tradicional le hizo ganarse el respeto de los musicólogos, pero su particular manera de tocar la guitarra eléctrica le consiguió un lugar en el podio, que ha mantenido hasta el final.
Publicó una veintena de discos y, tras “Raíces”, de 2011, estaba previsto que el próximo septiembre lanzara un disco de estudio, “Step Back”, en el que ha contado con invitados de la talla de Eric Clapton, Ben Harper, Billy Gibbons, Joe Perry, Dr. John, Leslie West, Brian Setzer y Joe Bonnamassa.
Ahora “Step Back” se convertirá en su álbum póstumo. EFE