Un avión de Malaysia Airlines fue derribado el jueves sobre el este de Ucrania, causando la muerte de las 298 personas a bordo y aumentando la onda expansiva de un conflicto entre Kiev y separatistas prorrusos, que ha enfrentado a Rusia con potencias occidentales.
Estados Unidos dijo que el Boeing 777, en ruta de Ámsterdam a Kuala Lumpur y que cayó cerca del bastión rebelde de Donetsk, fue probablemente derribado por un misil lanzado desde tierra. Ucrania y Rusia se culparon mutuamente mientras crecía la presión externa por hallar una salida al enfrentamiento que amenaza con desatar una nueva Guerra Fría.
Ucrania culpó a los rebeldes separatistas, que combaten contra las fuerzas armadas en busca de independizarse de la ex república soviética con la aprobación de Rusia, de dispararle al avión un misil soviético antiaéreo de largo alcance SA-11.
Pero líderes separatistas negaron estar involucrados y dijeron que un jet de la fuerza aérea ucraniana había derribado el vuelo intercontinental.
A pesar de todo, los rebeldes han dicho que habían tomado control de un sistema de misiles de ese tipo el mes pasado y lo habían usado para derribar el lunes un avión militar ucraniano de transporte.
La escala del desastre que cobró la vida de decenas de extranjeros podría aumentar la presión internacional para resolver una crisis que ha causado cientos de muertes en Ucrania desde que protestas sacaron del poder en febrero a un presidente respaldado por Moscú y Rusia se anexionó Crimea un mes después.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas planeaba una reunión de emergencia sobre Ucrania para el viernes. El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, exhortó a realizar una investigación internacional a fondo.
Cadáveres de adultos y niños quedaron esparcidos en la estepa ucraniana alrededor de los restos humeantes del avión, que tenía en partes de sus alas los mismos colores del emblema de la compañía aérea de Malasia, dijo un periodista de Reuters que estaba en el lugar.
Más de la mitad de los fallecidos, unas 154 personas, eran holandeses. Otros 27 eran australianos y 23 malasios.
El Gobierno ucraniano, que condenó lo que considera un acto de “terrorismo”, divulgó grabaciones que dijo eran de oficiales de inteligencia rusos discutiendo el derribo de un avión de línea a manos de rebeldes que lo habrían confundido con una aeronave militar ucraniana.
El presidente ruso, Vladimir Putin, le echó la culpa a Kiev por retomar su ofensiva contra los rebeldes hace dos semanas, después de un cese al fuego que no tuvo éxito. El líder del Kremlin llamó el incidente una “tragedia”, pero no dijo quién derribó el Boeing.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que el jet “reventó en el aire” y un funcionario estadounidense dijo que, aunque su origen no era claro, probablemente se debió a un misil tierra-aire.
Después de la intercepción de varias aeronaves militares ucranianas, Kiev ha denunciado a Rusia por tomar un rol activo en el conflicto de cuatro meses.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que no estaba claro si había estadounidenses a bordo. Según un funcionario del Ministerio del Interior de Ucrania, 23 ciudadanos estadounidenses habrían muerto.
Cuando se conoció la noticia, Putin y Obama estaban en medio de discusiones sobre las nuevas sanciones económicas que Washington y sus socios de la Unión Europea le impusieron el miércoles a Moscú para forzar a Putin a poner paños fríos a la revuelta contra Kiev.
Durante la conversación telefónica, los dos líderes hablaron sobre el derribo del avión y Obama advirtió acerca de posibles nuevas sanciones si Moscú no cambia su actitud ante la situación de Ucrania, según la Casa Blanca.
PARTIÉNDOSE EN DOS
Malaysia Airlines dijo que los controladores aéreos perdieron contacto con el vuelo MH17 a las 1415 GMT mientras volaba sobre el este de Ucrania hacia la frontera rusa con 283 pasajeros a bordo y 15 tripulantes.
Según datos de vuelo, iba a velocidad crucero y estaba a unos 11.000 metros de altura cuando desapareció.
Eso superaría el rango de capacidad de cohetes más pequeños usados por los rebeldes para derribar helicópteros y otras aeronaves militares que vuelan a baja altitud, pero no para el sistema SA-11 que los funcionarios acusan a Rusia de haber entregado a los separatistas.
Según medios rusos, los rebeldes aseguraron que habían adquirido uno. Un grupo fue citado afirmando que usó el lunes un SA-11 para derribar un avión Antonov An-26, una baja que las fuerzas ucranianas han confirmado esta semana junto a un avión de ataque Sukhoi Su-25 perdido el miércoles.
“Estaba trabajando en el campo con mi tractor cuando escuché el ruido de un avión y luego un golpe y disparos. Entonces vi el avión chocar contra el piso y partirse en dos. Había un denso humo negro”, dijo a Reuters un testigo que sólo dio su nombre de pila, Vladimir.
Un trabajador de los servicios de emergencia dijo que al menos 100 cuerpos se habían encontrado hasta el momento en el lugar, cerca del pueblo de Grabovo y que los restos de la aeronave estaban dispersos en un área de 15 kilómetros.
Kiev se quejó de que los separatistas, que dominan el área, no dejaban a los funcionarios ucranianos llegar al sitio donde se estrelló el avión.
El primer ministro malasio, Najib Razak, exigió un rápido castigo a los responsables y dijo que el sitio donde cayó el avión no debería ser manipulado antes de que expertos internacionales tengan acceso.
“Lo del MH-17 no es un incidente o una catástrofe, es un ataque terrorista”, dijo el presidente ucraniano Petro Poroshenko en su cuenta de Twitter. El mandatario ha reforzado su campaña militar contra los rebeldes desde que el mes pasado un cese al fuego no logró abrir paso a negociaciones.
Un líder rebelde, el supuesto primer ministro de Donetsk, dijo que podrían acordar una tregua de dos o tres días para ayudar con la investigación del incidente.
Rusia, que es acusada por las potencias de Occidente de intentar desestabilizar Ucrania para mantener su influencia sobre su viejo imperio soviético, ha dicho que los líderes de Kiev montaron un golpe de Estado fascista.
Y asegura que mantiene tropas listas para proteger a los ruso parlantes en el este, la misma lógica que utilizó para tomar el control de Crimea.
Anton Gerashchenko, un funcionario del Ministerio del Interior ucraniano, dijo en su cuenta de Facebook: “Justo ahora, sobre Torez, terroristas usando un sistema antiaéreo Buk cedido amablemente por Putin han derribado una avión comercial civil que volaba desde Ámsterdam hacia Kuala Lumpur”.
“¡No hay límite al cinismo de Putin y sus terroristas!”, escribió en la red social. “¡Europa, Estados Unidos, Canadá, el mundo civilizado, abran sus ojos! ¡Ayúdennos como puedan! ¡Esto es una guerra del bien contra el mal!”.
También publicó una foto que dijo mostraba el jueves un lanzador Buk en el centro de la ciudad de Torez. No fue posible verificar la imagen. El 29 de junio, la agencia de noticias rusa Itar-Tass citó a un portavoz de los separatistas en Donetsk diciendo que habían tomado control de un sistema de defensa antiaérea Buk.
ACUSACIONES DE LOS REBELDES
El comandante militar de los separatistas, un ruso llamado Igor Strelkov, había escrito en su perfil en una red social a las 1337 GMT -media hora antes del último contacto reportado con el MH17- que sus fuerzas habían derribado un Antonov An-26 en la misma área. Es un avión de transporte como los que utilizan las fuerzas armadas de Ucrania.
Las fuerzas ucranianas no hicieron comentarios al respecto.
El vuelo MH-17 de Malaysia pudo haber estado en esa área en ese momento, poco más de tres horas después de haber despegado del aeropuerto Schipol.
Varios aviones y helicópteros ucranianos han sido derribados en los cuatro meses de combate en la zona.
Ucrania dijo que un An-26 fue interceptado el lunes y uno de sus aviones de ataque terrestre Sukhoi Su-25 fue derribado el miércoles por un misil aire-aire, la acusación más fuerte de Kiev de una participación directa de Rusia en el conflicto porque los rebeldes no parecen tener acceso a aeronaves.
Moscú negó que sus fuerzas estuvieran involucradas.
La pérdida del MH17 es el segundo desastre que enfrenta Malaysia Airlines este año, tras la misteriosa desaparición el 8 de marzo del vuelo MH370 con 239 personas a bordo en ruta hacia Pekín.
El primer ministro de Malasia, Najib Razak, admitió que estaba impactado por la noticia del desastre y que se iniciará una investigación.
Mientras tanto, varias aerolíneas dijeron que iban a evitar espacio aéreo ucraniano en sus vuelos.
En el 2001, Ucrania admitió que sus militares fueron probablemente responsables de derribar un avión comercial ruso que se estrelló en el Mar Negro, cobrando la vida de las 78 personas a bordo. Un alto funcionario ucraniano dijo entonces que habría sido blanco de un cohete S-200 disparado por error durante un ejercicio militar.
En 1983, un cazabombardero ruso derribó a un avión comercial surcoreano después que se desvió de curso hacia el espacio aéreo soviético y no respondió a los intentos de hacer contacto. Las 269 personas a bordo murieron.
Y el buque de guerra estadounidense Vincennes interceptó en 1988 una aeronave de línea iraní sobre el Golfo, matando a las 290 personas a bordo, en lo que Estados Unidos dijo fue un error de la tripulación del barco que confundió el avión con una nave militar. Teherán dijo que el ataque fue deliberado.
Reuters
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