Holanda, donde el Gobierno ha decretado hoy una jornada de duelo nacional, aguarda la llegada de los primeros restos mortales de las víctimas del derribo del avión de Malaysia Airlines hace seis días en Ucrania oriental.
A partir de las 14.00 GMT se espera esa llegada a la base aérea de Eindhoven (sur) de un avión Hércules, procedente de la ciudad ucrania de Jarkov, con los restos mortales que después serán transferidos a Hilversum, en el norte del país, y en donde se realizará el procedimiento de identificación, que en algunos casos puede prolongarse durante meses.
Otro avión C-17 australiano se ocupará igualmente de realizar el trayecto entre el aeropuerto de Eindhoven y Járkov para repatriar también restos de las víctimas del derribo del avión comercial malasio.
Las autoridades holandesas han previsto cerrar parcialmente las autopistas de acceso a la base de Eindhoven unos kilómetros antes y después de su zona de acceso a primera hora de la tarde, “para asegurar un recorrido digno” del convoy de vehículos, señaló el ministerio de Infraestructuras en un comunicado.
Una vez que las primeras víctimas lleguen al país se ha previsto que se guarde un minuto de silencio.
El ministerio de Infraestructuras holandés pidió también a los conductores que eviten el tramo de autopista entre Eindhoven e Hilversum, pese a que la llegada de la comitiva coincidirá con la hora punta de tráfico, y a los ciudadanos que no salgan a la carretera a recibir los restos de las víctimas.
Las banderas de todos los edificios públicos holandeses, las del gobierno central y también de las autoridades regionales y locales, así como de otros privados, ondean hoy a media asta en señal de duelo nacional.
Además, los canales de la televisión y de la radio públicas anunciaron que emitirán en directo la llegada de las primeras víctimas y que durante esta jornada no emitirán anuncios, al tiempo que han cambiado su contenido musical.
El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, anunció que este miércoles será una jornada de duelo nacional, lo que no se convocaba en el país desde 1962, cuando murió la reina Guillermina, abuela del actual rey Guillermo-Alejandro, y en que se produjo un trágico accidente ferroviario en Harmelen que causó 93 muertos y 52 heridos, señaló la agencia ANP.
Holanda, con 193 víctimas, y Australia, con 27, son los dos países que han sufrido mas víctimas entre las 298 personas que perecieron el 17 de julio en el derribo de un avión comercial malasio por un misil que aparentemente fue disparado desde la zona de Ucrania oriental controlada por separatistas prorrusos.
El ministro de Asuntos Exteriores holandés, Frans Timmermans, subrayó el martes ante los Veintiocho en Bruselas que su país quiere una investigación exhaustiva e independiente sobre las circunstancias en que el avión fue derribado.
Timmermans señaló también que “todas las opciones están abiertas en cuanto a sanciones” contra Rusia, el país que podría haber abastecido con el misil a los separatistas prorrusos de esa región ucrania, aunque Moscú lo niega y aún no se han encontrado evidencias que lo involucren directamente.
Los Veintiocho pidieron a Rusia “cooperación plena” para aclarar el derribo del avión de Malaysian Airlines y la recuperación de sus restos, o de lo contrario aplicarán a Moscú sanciones en el ámbito de la economía y la defensa.
El primer ministro Rutte mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante la cual ambos líderes convinieron que una vez los restos mortales hayan sido repatriados “la prioridad debe ser determinar un perímetro de seguridad de la zona del siniestro y permitir una investigación completa y transparente”, informó la Casa Blanca.
Ambos líderes señalaron su “preocupación” porque Rusia continúe enviando armamento pesado y tropas a la frontera para dar apoyo a los separatistas ucranianos. EFE