La situación de la conflictividad laboral parece estar tomando más cuerpo. El monitoreo diario que realizamos en el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) y ConflictoVe arroja como resultado un alto número de conflictos laborales abiertos y muchas protestas escenificadas por esa causa en días recientes.
Incertidumbre
No podemos dejar de asociar los problemas que vive este sector a la crisis económica que vivimos. La falta de liquidez parece estar afectando al cumplimiento de compromisos que tiene el gobierno con la masa laboral que depende del Estado. Además, la opacidad que existe en cuanto a medidas, decisiones y todo lo que tiene que ver con el futuro económico y de no pocas empresas del estado (se habla de negociaciones, ventas, etc), acentúa la incertidumbre y el descontento. Es lógico, entonces, que los trabajadores dependientes del Estado, estén en pie de lucha.
La crisis, aderezada además con las consecuencias de las políticas oficiales como controles, escasez de materia prima, etc, también afecta al sector privado. Los gremios industriales y empresariales vienen advirtiendo sobre el cierre de empresas o la paralización temporal de algunas de ellas. Esta situación trae -y seguirá trayendo de mantenerse- más desempleo y lógicamente más protestas de los trabajadores.
Trabajadores unidos
De hecho, el pasado miércoles 23 de julio unos dos mil trabajadores de los sectores público y privado hicieron una manifestación en Valencia en contra de los despidos, el incumplimiento de contratos colectivos, la escasez de materias primas y la paralización. En esta marcha y en otros aspectos relacionados al tema laboral hemos podido apreciar que centrales sindicales y sindicatos de diferentes corrientes están actuando, cada vez más, en forma conjunta ante la actuación del gobierno que, debiera tomar nota de eso.
¿Gobierno obrero?
Estamos pues ante una situación que no parece tener muros de contención. El gobierno pone énfasis en el discurso político a la hora de enfrentar estos conflictos. El pasado miércoles, el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello hizo unas declaraciones en Guayana, donde hay una muy alta conflictividad laboral y, lejos de actuar como mediador en el conflicto que enfrenta al sindicato SUTISS con la estatal SIDOR, atizó el fuego, culpó a los trabajadores de la crisis que atraviesan las empresas básicas, y aprovechó la ocasión para tratar de desprestigiar a todo el movimiento sindical y así acentuar la crispación.
No parecen venir buenos tiempos para la relación de las centrales sindicales y el gobierno.
Servicios públicos e inseguridad.
Pero no es el tema laboral el único al que los gobernantes tienen que ponerle el ojo. Durante esta semana se han dado protestas por muy diversas causas. Veamos unos ejemplos de ellas:
El pasado viernes 18, vecinos del sector Santa Ana de Antímano, en Caracas, protestaron cerrando la intercomunal en reclamo por la falta de gas. El día anterior, en el sector Los Potocos del Municipio Bolívar de Anzoátegui, los vecinos protestaron con quema de cauchos hasta las 5 de la mañana. Llevaban 5 días sin luz. En ese mismo estado, pero en Uverito, cerraron la vía el lunes siguiente para exigir agua. En paralelo, vecinos de la urbanización La Isabelica de Valencia, en Carabobo, protestaron ante la deficiencia de los servicios públicos. También por servicios públicos, pero además por la inseguridad y la escasez de alimentos, la ciudad de Boconó, en Trujillo, vivió esta semana varios días de trancas viales protagonizadas por vecinos y transportistas que hicieron paro. En ese mismo estado, habitantes del sector Brisas de El Prado de la capital trancaron el llamado Eje Vial en protesta por la falta de agua potable. Ese mismo día, en El Tigre, Anzoátegui, vecinos protestaron por exigencia de mejoras en asfaltado y alumbrado en Antonio José de Sucre. El lunes, en Maracaibo, Zulia, choferes de transporte público protestaron por la mala vialidad e inseguridad
Solidaridad ausente
Durante esta semana los estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada, UNEFA, núcleo Chuao, enCaracas han protestado por la inseguridad durante varios días trancando la avenida que pasa por el frente de esa sede. Hemos sido testigos de cómo mucha gente, sobre todo por las redes sociales, han criticado esa protesta y no han sido pocos los comentarios pidiendo que la GNB actuara o que les “echaran gas del bueno”. Y eso es algo que no compartimos. Por una parte somos firmes defensores del derecho a la protesta pacífica, proteste quien proteste, y por la otra, nos parece que este tipo de reacción tiende a desunir más a los ciudadanos que protestan, qué ironía, por las mismas causas.
ConflictoVe Fuente: http://
Pueden consultar también:
– Nuestros anteriores análisis semanales publicados en TalCual: http://www.conflictove.org.